Con repartición de volantes y pancarta gigante, los amigos que siempre acompañan al Tricolor a todas partes del mundo, le dieron voz y voto a la campaña que busca concientizar y erradicar el grito homofóbico en los estadios.

La FIFA advirtió al Tricolor y ellos fueron unos de los primeros en actuar en contra del grito, ya que a dos horas de empezar el duelo, se reunieron en una de las entradas principales del estadio y organizaron el nuevo grito: ¡Ehhh… México!

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Organizados por  el conocido Chihuahua, Caramelo, Santo y el pequeño Toro, sus esfuerzos no fueron en vano, ya que el resto de paisanos atendieron el llamado y se unieron al nuevo coro.

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Los rusos ni sabían de lo que hablaban, menos de su campaña, solamente les importaba retratarse con los singulares personajes que acumulan millas, así como los jugadores del Tricolor.

Ya en el interior del estadio y cuando se pusieron en práctica las acciones, el grito no se escuchó. El portero Stefan Marinovic despejó en varias ocasiones desde el saque de meta, y lo único que se escuchó fueron las palmas. La campaña y el llamado de atención por parte de FIFA tuvo efecto. No hubo grito.