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Mira

22, junio 2017 - 14:36

┃ Alejandro Alfaro

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Tal parece que el dicho que menciona que “después de la tempestad, viene la calma” aplicó a cabalidad para Chivas y su pretemporada, ya que después de haber entrenado bajo auténticas tempestades en sus dos sesiones de trabajo en su primer jornada de pretemporada, el campeón vio como el cielo se abrió para ellos y el sol salió para que pudieran trabajar sin las complicaciones previas.

De inicio, los jugadores de Guadalajara se trasladaron desde su hotel cal campo de golf donde entrenarían, en bicicletas. Todos llegaron de a poco para ponerse a las órdenes de Guido Bonini, quien puso diferentes rutinas de trabajo a los futbolistas; alguno hicieron fuerza con un resorte y cabeceo, otros más cargaron pesas mientras hacían movimientos laterales o abdominales.

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Posteriormente vino el trabajo con pelota supervisado por Matías Almeyda. Circuitos en donde hubo conducción de pelota entre obstáculos, y finalmente, salir a velocidad para enfrentamientos uno contra uno entre atacantes y defensores.

En los espacios para rehidratar, el “Pelado” aconsejó a sus dirigidos sobre la forma de encarar a sus rivales a la hora de defender y se escuchó con claridad los consejos para perfilar, esperar y utilizar los recursos que la posición requiere.

Cabe mencionar que mientras eso ocurría, Ángel Zaldivar e Isaac Brizuela, quienes un día antes entrenaron al parejo del grupo, hicieron trabajo diferenciado debido a que ambos atraviesan un proceso de recuperación con todo y que tiene luz verde para estar en el grupo principal, con sus compañeros. Mismo caso de Javier “Chofis” López, quien por segundo día consecutivo, se rehabilitó de la pubalgia que lo aqueja.

Para terminar,  y antes de irse a descansar previo a la sesión vespertina, los jugadores rojiblancos tomaron sus bicicletas y uno a uno se fueron del campo, siendo el último el técnico Almeyda.