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24, junio 2017 - 19:27

┃ Luis García Olivo

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KAZÁN.- Una sobredosis de sufrimiento es la que ha experimentado el Tricolor en la fase de grupos de la presente edición de la Copa Confederaciones. Aunque consiguió avanzar invicto a las semifinales, el cuadro de Juan Carlos Osorio mostró dudas ante Portugal, Nueva Zelanda y Rusia tras verse abajo en el marcador, pero remar contra corriente, alcanzar a los lusitanos y remontar en los otros dos frentes: dos éxitos, uno sobre el anfitrión y otro ante el país oceánico.

El campeón de Europa representó el primer reto para la Selección Mexicana en la actual justa, el resultado culminó empatado y con buen sabor de boca para Juan Carlos Osorio, pero el camino fue de angustia, primero Ricardo Quaresma puso en ventaja a Portugal, a unos minutos del final Cédric Soares perforó la meta de Guillermo Ochoa. Dos certeros remates con la testa salvaron a México. Javier Hernández enderezó el rumbo y fue Héctor Moreno en la última acción del cotejo el que se vistió de héroe para decretar la paridad definitiva y regresar la tranquilidad a tierras mexicanas.

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Los neozelandeses pusieron a temblar al combinado mexicano en el segundo compromiso de la fase de grupos. El timonel de la Selección Mexicana hizo ochos modificaciones con respecto a su estreno, lo malo es que de principio no dio buenos dividendos para el Tricolor, toda vez que también inició con los cartones en contra cuando Chris Wood batió a Alfredo Talavera. En el complemento aparecieron Raúl Jiménez y Oribe Peralta para consumar la remontada, donde los cambios fueron de suma importancia; sin embargo, en el primer tiempo todo fue incertidumbre para los pupilos de Juan Carlos Osorio.

Vencer al anfitrión y romper una malaria histórica en suelo ruso no libró al cuadro mexicano de otro episodio de sufrimiento en la actual Copa Confederaciones. El Tricolor rompió los corazones mexicanos durante cinco minutos del duelo ante los rusos (del 24’ al 29’), cuando Alexander Samedov vacunó a Guillermo Ochoa y todo se perfilaba para un panorama dramático en la Arena Kazán. No obstante, Néstor Araujo e Hirving Lozano contribuyeron con dos dianas para dar la vuelta, eliminar al organizador y adueñarse de la segunda posición del sector A con siete puntos.

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Parece que el escenario favorito del representativo nacional en esta justa internacional es angustiar a sus aficionados y alcanzar la redención en un mismo partido, en estos días un cúmulo de sentimientos hizo estallar la Arena Kazán por segunda ocasión al derrotar a Rusia y romper una maldición que data desde 1967. La Selección Mexicana por fin victimó al actual anfitrión en su casa con todo y esa porción de angustia que toda la afición azteca desea que no se repita en la siguiente ronda, aunque valdría la pena si se consigue el boleto a la Gran Final. (Luis García Olivo/Enviado especial)