Pocas veces en la historia de la Selección mexicana una ciudad le ha sonreído tanto como esta metrópoli rusa.

Kazán le sentó bien al Tricolor, le cayó como anillo al dedo al sumar cuatro unidades y sellar su pase a las semifinales dentro de la Copa Confederaciones frente al mismísimo anfitrión.

En Kazán, el Tricolor debutó en la Copa con un emocionante empate frente a Portugal, en la segunda fecha tuvo que ir a Sochi y en la tercera regresó a esta República de Tartaristán para nuevamente venir de atrás y doblegar a Rusia.

Foto: Luis García

Así que con la mirada nocturna desde el hermoso Kremlin, Kazán le sonríe al Tricolor. La Selección de Juan Carlos Osorio recordará por siempre la buena vibra que generó e esta urbe.

Los mexicanos pudieron hacerle frente a los dos rivales europeos y el patrimonio cultural del Kremlin lo guardará en su baúl de los recuerdos, como en aquellos días almacenó las historias de Iván El Terrible.

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Bella de día y noche, Kazán pocas horas duerme, siempre hay actividad y movimiento, más con los miles de mexicanos que tomaron las calles y avenidas de esta mítica ciudad para ponerle la fiesta y ambiente latino.

Kazán se despide y el Tricolor hace lo propio, pues la siguiente escala de semifinales es nuevamente Sochi y de avanzar a la final sería San Petesburgo, en caso de caer irían a Moscú en el juego por el tercer lugar.

Muchas gracias Kazán, hasta el próximo año, grandes recuerdos y buenas vibras desde su extraordinario Kremlin. ¡Hasta 2018!