POR ALEJANDRO ALFARO

Dudas y críticas dejó la actuación de México en la Copa Confederaciones, muchas de ellas originadas a raíz de los planteamientos y estilo de Juan Carlos Osorio, quien con sus conocidas rotaciones ha inconformado a un sector de los aficionados al Tricolor, además de que se le ha señalado por no utilizar a los jugadores en sus posiciones naturales y prescindir de algunas piezas, como los laterales o carrileros.

El verano de este año trajo consigo para la Selección Mexicana la necesidad de armar dos equipos con jugadores diferentes, ya que sería imposible que con la misma base se jugara la Copa Confederaciones y la Copa Oro, incluso, el “Predicador” tuvo que dejar al mando del “equipo de oro” a Pompilio Páez, su asistente técnico, quien ha dirigido el par de partidos amistosos del equipo verde ante Ghana y Paraguay en los Estados Unidos.

También puedes leer: El Tricolor dorado tuvo día libre en Seattle

Dentro de las formaciones utilizadas en estos amistosos, prevalece el tema de los cambios. Fueron seis jugadores los que repitieron en ambos juegos y cinco fueron modificados. Sin embargo, es de llamar la atención que, a diferencia del parado utilizado en Rusia, este combinado si ha utilizado laterales nominales, los cuales no fueron cambiados en ninguno de los dos ensayos ya mencionados.

Osorio ha sido claro al detallar en repetidas ocasiones que más que desear contar con carrileros, quiere marcadores natos por los costados, para que los volantes ofensivos no tengan que preocuparse tanto por los recorridos a la hora de defender, pero parece que no hay unanimidad total de criterios para la dirección de un cuadro y otro, ya que Luis “Chaka” Rodríguez y Jesús Gallardo fueron los elegidos para ser las “alas” tricolores, abiertos por la banda derecha e izquierda respectivamente.

Se podría pensar que al tratarse de un equipo de trabajo, impera la unanimidad de criterios, pero parece que podría haber una diferencia entre Osorio y Páez en la percepción de cómo parar a los jugadores. Valdrá la pena validar si al inicio del certamen, ya con Juan Carlos en el banquillo, los laterales fijos siguen presentes en el once, o vendrá el cambio con semejanza a lo que México exhibió en su participación en Rusia.