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9, julio 2017 - 15:23

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Nota-Fut-Mexico-98

La nostalgia por ver a las viejas glorias del balompié mexicano y alemán se hizo presente en el Zócalo capitalino, donde ambas escuadras mostraron que el talento no se ha ido de los botines a pesar del paso de los años.

El cotejo se dividió en cuatro cuartos, de los cuales, la primera mitad la jugaron los mundialistas de 1986 y el complemento los de 1998.

El Tricolor comenzó abajo en el marcador con un 3-1, sin embargo sacaron la casta para conseguir la igualdad en la segunda mitad.

Los goles teutones cayeron cortesía de Thomas Helmer, Lothar Matthaus y Jürgen Klinsmann, en tanto que por los aztecas marcaron Luis Flores, Luis García y Ramón Ramírez.

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El tiempo ha pasado, pero el gen de competencia no se va, por lo que por momentos el juego fue ríspido y se olvido la diversión, especialmente, Heinrich y Luis Hernández, quienes incluso llegaron a los empujones.

El empate global dictó que se debían tirar penaltis, pero ambos cuadros decidieron compartir la copa Ciudad de México en una muestra de amistad futbolística e incluso entre ambas naciones, pues el evento fue parte de la clausura del año dual México-Alemania.

El que se llevó la tarde fue el exdelantero del América, quien hizo de las suyas con la zaga germana e incluso se llevó el “Cuauhtémoc, Cuauhtémoc” al realizar la famosa ” Cuauhtemiña”, de la misma forma al fallar un penalti que pudo ser el 3-2.

La afición que se dio cita a presenciar las revanchas del Mundial de México 86, le gritaron de todo a favor de Blanco, “Eres un dios”, “Regresa al América” e incluso “Vamos jorobadito” y el jugador respondió con sus genialidades, pero no fueron suficientes para evitar la derrota. (Yael Rueda / Foto: Moisés Rosas)