POR OCTAVIO F. HUITRÓN

En México, existe la sonada frase, a modo de advertencia, de que con la Secretaría de Hacienda no se debe jugar. Una manera amable de invitarnos a cumplir con nuestros impuestos.

Algo muy similar sucede del otro lado del Océano Atlántico, concretamente en España, donde los últimos años se han tomado muy en serio la recaudación tributaria. Tanto que las autoridades han iniciado una gran investigación que se ha convertido en una auténtica cacería de brujas para grandes estrellas de futbol.

“Hacienda somos todos”, explica claramente el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en alusión a las obligaciones fiscales de todos aquellos que obtengan ingresos en España, en especial los extranjeros.

Lo anterior recuerda al caso en el que Diego Armando Maradona fue condenado, en 2005, a pagar 37,2 millones de euros al fisco italiano por no haber pagado regularmente sus impuestos.  O uno más reciente, el de Neymar con el fisco brasileño, que en 2016 lo obligó a pagar 45 millones de euros.

Desde entonces, una serie de personas dedicadas al futbol han caído en la lista negra del fisco español. Al parecer, nadie estará exento de la ley, y la Liga española teme un éxodo de sus principales figuras, luego de que el delantero Cristiano Ronaldo se mostró ofendido al ser acusado de fraude. Además de negarse a pagar, el portugués manifestó su deseo de abandonar al Real Madrid.