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Mira

11, julio 2017 - 22:18

┃ ESTO

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El sonar de la trompeta no se detuvo. El partido fue ríspido, trabado, con pocas acciones de peligro y sin ningún gol.

Casi pasó media hora para que la esférica intentara colarse a las redes. Tiro libre cobrado por Torres. La pelota recorrió peligrosamente el área y encontró las manos de Bernabé Magaña, novel guardameta de los universitarios, quien dio rebote en el rectángulo pequeño. Carlos Gutiérrez empujó la pelota a la red, pero fue sancionado un fuera de lugar que dejó los cartones igualados.

No hubo mayor peligro en la parte inicial. La trompeta no detuvo el aliento en apoyo de Universidad Nacional, pero el plantel no correspondió con emociones.

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Fue hasta la hora de acción que los auriazules intentaron hacer daño. Néstor Calderón fue el encargado. El “Avión” encontró un boquete en la zaga camotera, pero no se atrevió a encarar a Villaseñor, disparó en los linderos del área y la pelota se ahogó en las manos del cancerbero poblano.

Cuando el portero es el mejor del encuentro, es porque el funcionamiento del club no es el adecuado. Bernabé Magaña supo ser el héroe de los 90 minutos reglamentarios en apenas 180 segundos. En dos oportunidades detuvo a Félix Micolta y en otra a Gutiérrez.

Al 72 ingresó Guerrón, pero de nada le sirvió a Pumas. Su media cancha siguió sin generar peligro ante Puebla.

El juego se decidió en penaltis. “Bernie” Magaña estuvo cerca de atajar al menos un disparo camotero. No lo consiguió. Anotaron Rojas, Navarro, Angulo y Micolta.

Por Universidad Nacional tiraron los jóvenes: Elvira, Arce y Jurado. Solamente el primero tuvo tino. A pesar de ello, la trompeta no guardó silencio, pero solamente pudo ser opacado por el abucheo generalizado al finalizar el duelo.