El cuatro veces campeón mundial de Rally Sébastien Ogier siempre soñó en competir en la Fórmula Uno.

El francés, fanático de Ayrton Senna, es actualmente el favorito para el título 2017 del WRC (el Campeonato Mundial de Rally de la FIA), pero entre una y otra etapa, vivió un día como piloto de F1.

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Ogier visitó el circuito de Red Bull Ring, en Spielberg, Austria, donde pilotó el modelo RB7, que le valió el título del Campeonato Mundial de Pilotos de la máxima categoría del automovilismo a su tocayo, el alemán Sébastian Vettel en 2011.

“El coche de Fórmula 1 es el más rápido que puedes manejar, entonces es un sueño para cualquier piloto de automovilismo conducirlo”, contó Ogier, quien contó con la asistencia del ex piloto de F1 David Coulthard.