Red Bull tenía grandes esperanzas puestas en el RB13 para intentar luchar con Mercedes por el mundial de constructores, pero la realidad está siendo muy diferente de la que esperaban. El monoplaza del equipo austriaco ha sufrido múltiples problemas de fiabilidad que han afectado a ambos pilotos en carrera, pero sobre todo a Max Verstappen.

El piloto neerlandés suma cinco retiradas en las diez primeras carreras y sólo ha logrado subirse al podio en el Gran Premio de China. Estos recurrentes fallos de fiabilidad, que en varias ocasiones aparecieron cuando Verstappen estaba entre los tres primeros puestos, favorecieron a la aparición de rumores sobre un posible fichaje por Ferrari. Estas especulaciones fueron rápidamente desmentidas tanto por el piloto como por Red Bull.

A pesar de que Verstappen prefiere continuar en el equipo austriaco, su manager Raymond Vermeulen advierte de que podría quedarse sin paciencia si los problemas siguen a largo plazo.

“Desde que Verstappen hizo su debut, siempre ha habido un interés. Otros equipos estaban preparados para hacerle una oferta, pero queremos ganar con Red Bull. Ellos consideran a Verstappen su estrella y no lo venderán”, explicó en declaraciones al medio neerlandés Formule 1.

“No tenemos ningún plazo específico para Red Bull, pero es importante que Verstappen siga teniendo éxito. Aún tengo confianza en el progreso del equipo porque han ganado cuatro campeonatos del mundo con Renault, pero hay que entender que nuestra paciencia no es ilimitada”, concluyó Vermeulen.