POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Llegó la hora.

El maratonista Ricardo Ramos tendrá su encuentro en el Campeonato Mundial de Londres, donde espera ser protagonista.

Después de haber estado lesionado, su preparación fue a marchas forzadas, ya que quedó lesionado luego de haber tenido su participación en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016.

Su tenacidad y su coraje de seguir compitiendo, lo ayudaron a restablecerse y llegar lo mejor preparado a este encuentro que además será el inicio de su nuevo ciclo olímpico.

Su entrenador, Enrique Hernández comunicó:

“Fue una preparación exhaustiva pero muy cuidadosa. Estuvo siete meses en terapia, en constante observación para ver cómo iba evolucionando. Afortunadamente como es un miembro del Ejército Mexicano, es fuerte por el trabajo que hacen y eso le ayudó a restablecerse más rápidamente de su problema de la columna, que es de donde se lesionó”.

Dijo que fue la federación quien le pidió que diera la marca para que compitiera en el Maratón.

“Cumplimos con el objetivo, pero además nos pidieron que estuviera en forma. Lo entendimos y por ello hicimos varias estrategias que lo fueron además de motivar, a que llegara con un buen nivel”.

Ricardo cuenta con una marca de 2:14’58’’, por lo que el entrenador Enrique agregó:

“Acodamos todo de acuerdo a como las circunstancias nos lo estuvieron exigiendo. Estuvimos haciendo campamento en el Nevado de Toluca, para la altura, y lo completamos en la ciudad en el Desierto de los Leones, a Cuernavaca, Xalapa, donde hicimos el desarrollo más fino y que se fuera adaptando al clima para que tomara más fuerza”.

Comentó que Ramos es muy disciplinado, con buena mentalidad, por lo que los objetivos se dieron a tiempo.

“Es un soldado de a de veras, eso ayudó a que se fijara en lo que él se propuso. Hay que decir que es el único maratonista que tiene México, y ese lugar en el Mundial se lo ganó con méritos propios, por lo que decidimos que fuera y se enfrentara a los mejores para que viera el panorama que viene para este ciclo olímpico”.

Fue así que el maratonista llegó a Londres para poner en alto el nombre de México.

“Las expectativas eran muy buenas en Río 2016. Pero todos sabemos lo que le pasó al lesionarse a la mitad de la competencia. Por lo que le quedó esa espinita y ahora desea sacársela. El pasado ha quedado atrás, y ahora hay que enfrentar a los mejores para seguir creciendo en este deporte”, dijo e estratega Enrique.