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Tras doce juegos de la Copa del Mundo, el cabalístico número 13 trajo consigo el primer empate del certamen. Irán y Nigeria igualaron sin goles en el partido del Grupo G, mismo que se celebró en la cancha de la Arena da Baixada Con este resultado con el que se ubican como segundo y tercer puesto del sector, por debajo del líder, Argentina.

El conjunto nigeriano inició el duelo con un esquema dominador, con el control del balón y del terreno de juego. Con tan sólo siete minutos de partido, perforó el arco rival, en una jugada de gol que no contó por una falta sobre el arquero.

El dominio de los africanos incrementó conforme avanzaban los minutos en el reloj, pero la contundencia, que en otras ocasiones les caracteriza, en este encuentro se negaba a ser su aliado. Aunado a esto, el gran trabajo del arquero Alireza Haghighi, evitó la caída de su meta, su mejor atajada fue la que practicó para evitar que el disparo de tiro libre se convirtiera en el tanto nigeriano.

Como era de esperarse, el conjunto iraní comenzó a tomar confianza, su zaga se convirtió en la que impuso sus condiciones en el terreno de juego y supo contener al arsenal nigeriano, mientras que buscaba el gol en jugadas de contraataque, apelando a la velocidad y al aprovechamiento de los espacios libres por parte del rival.

El tiempo en el reloj se agotó sin que ninguna de las dos escuadras consiguiera lo que se convirtió en misión imposible en la cancha de la Arena da Baixada, romper las redes y marcar un gol.

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