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21, agosto 2017 - 21:35

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La ganadería de Alcurrucén lidió en Bilbao (norte), en el tercer festejo de las Corridas Generales, tres ejemplares de notable juego que fueron desaprovechados por el mexicano Joselito Adame y el español Curro Díaz, aunque este cortara finalmente una oreja de escaso peso.

COMO MÍNINO, SINCERIDAD

Cuando un toro embiste con la nobleza, la calidad y el recorrido con que lo hicieron tres de los que la divisa de Alcurrucén soltó hoy en Bilbao, lo mínimo que cabe exigirle al torero que se le ponga delante es una actitud sincera y de recíproca entrega a la del animal.

Y eso fue precisamente lo que no mostraron con ellos ni el mexicano Joselito Adame, con los dos de su lote, ni el español Curro Díaz con el buen cuarto, por mucho que la presidencia le concediera a éste, a petición mayoritaria del generoso público, una oreja de muy escaso valor.

Con quien la suerte se volcó a paladas fue con Joselito Adame, a quien le correspondieron dos toros para triunfar sonoramente en una plaza como la de Bilbao, pero que él, muy discretamente, desaprovechó por completo, al poner únicamente sobre el tapete la muy escasa apuesta de su sobrado oficio, envuelto de reposo y de maestría… lejos de los pitones.

Su primero ya dejó ver claramente la calidad de su ralentizada y humillada embestida con el capote, pero Adame fue tapando esas virtudes, ocultándola a los ojos del público, en una faena conservadora y ventajista, “escondido” constantemente en la pala del pitón de un toro al que sólo hizo pasar en medios pases despegados sin apurar esa latente y enclasada bravura.

A este le mató el mexicano de una estocada tan defectuosa como la que le valió para acabar con el quinto, al que hizo un preciosista quite por saltilleras y abrió faena de muleta con unos estatuarios que fueron los pases ajustados en un trabajo similar al anterior, pero esta vez con un añadido de excesiva brusquedad de muñecas a la hora de citar y de desplazar.

Muchas menos opciones ofreció el lote de Juan del Álamo, un tercero noble pero de medidas fuerzas y empuje y un sexto que se defendió con secos cabezazos. El salmantino fue asentándose y asentando paulatinamente a aquel, en un trabajo a mejor, e hizo un largo esfuerzo con éste, poniendo en el poco brillante empeño toda la sinceridad que les faltó a sus compañeros.

RESULTADO

Seis toros de Alcurrucén, de pareja y modélica presentación, por conjuntar la seriedad de su trapío y la armonía de sus hechuras. Tres de ellos (2º, 4º y 5º) dieron un juego notable en el último tercio, pero no así el resto, bien por falta de raza, de fuerzas o de entrega.

Curro Díaz, silencio tras aviso y oreja. Joselito Adame, silencio y ovación. Juan del Álamo, vuelta al ruedo tras leve petición de oreja y silencio. Tercer festejo de abono de las Corridas Generales, con algo menos de media entrada en los tendidos (unas 7.000 personas), en tarde de bochorno.