Por Iván Pirrón

A partir de esta noche inician seis meses de drama, sorpresas y las mejores historias del deporte estadounidense. Esta noche arranca la NFL.

El kickoff se dará en Foxborough, casa de los campeones Patriotas de Nueva Inglaterra, que una vez más son los grandes favoritos para llegar y ganar el Super Bowl.

Los argumentos sobran. Pese a que perdieron al receptor Julian Edelman por toda la campaña debido a una lesión en la rodilla, Tom Brady cuenta con uno de sus mejores arsenales para la campaña 2017.

Nueva Inglaterra obtuvo en la agencia libre a Brandin Cooks, quien la campaña pasada sumó 78 recepciones, mil 173 yardas y 8 touchdowns con los Santos de Nueva Orleáns.

Por supuesto, los Patriotas dan la bienvenida de regreso al ala cerrada Rob Gronkowski, quien se perdió gran parte de la campaña pasada (incluido el Super Bowl) tras una lesión en la espalda.

Los Patriotas de los odiados Brady y Bill Belichick buscan convertirse en el primer equipo que gana dos Super Bowls en fila desde las temporadas 2003-04; si lo logran, Nueva Inglaterra tendrá seis trofeos Vince Lombardi en sus vitrinas, con los que igualarán a Pittsburgh.

Acereros y Raiders son los otros contendientes en la Conferencia Americana. Ambos tienen ataques poderosos para competir con los Patriotas, pero para vencer a Nueva Inglaterra se necesita una defensiva como la que tuvieron los Broncos hace un par de años, y no veo una con ese calibre este año en la AFC.

En la Conferencia Nacional hay tres gallos: Dallas, Green Bay y Gigantes.

Los Vaqueros parecen tener pasta de campeones de la mano de dos jóvenes: el quarterback Dak Prescott y el polémico corredor Ezekiel Elliott.

Prescott sorprendió el año pasado en sustitución de Tony Romo y ganó 14 partidos en su campaña de novato, convirtiéndose en el nuevo líder de la ofensiva vaquera. Pero Elliott se ha visto involucrado en casos de violencia doméstica y ello le costó una suspensión de seis juegos, que comenzará a purgar en la Semana 2. Eso, sin duda, mermará a los Cowboys.

Mientras Aaron Rodgers sea su quarterback, Green Bay siempre debe ser considerado un contendiente en la AFC, pero son los Gigantes los que parecen listos para regresar al Super Bowl para un Round 3 con los Patriotas.

La campaña pasada los neoyorquinos terminaron con marca de 11-5, gracias a una defensiva dominante comandada por el safety Landon Collins. Para este año, entre sus caras nuevas está el veterano receptor Brandon Marshall, quien se une al espectacular Odell Beckham Jr., Sterling Shepard y el novato ala cerrada Evan Engram, dándole a Eli Manning quizá su mejor armamento desde que llegó a la NFL.

Así que el pick del Super Bowl LII es Patriotas vs. Gigantes, un equipo al que Brady no ha podido –ni podrá– vencer en el juego por el título.

Bienvenida NFL y bienvenido yo a mi nueva casa editorial.

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