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9, septiembre 2017 - 8:48

┃ ESTO

Real-Madrid

El Levante conquistó un punto repleto de mérito en el estadio Santiago Bernabéu ante un Real Madrid que sigue sin vencer en LaLiga de local, con errores de Zinedine Zidane en el planteamiento, en un nuevo partido a contracorriente que no encontró el milagro final al repeler el poste el disparo de Kroos.

Se aprovechó el Levante que golpeó aprovechando un grave error defensivo. De un saque de banda nació el gol con un balón que jamás puede botar dentro del área. Ivi se anticipó a la pasividad de Carvajal, controló con calidad y definió con clase. Su toque preciso fue inalcanzable para Kiko Casilla.
Sin Cristiano Ronaldo, sancionado, y con Borja Mayoral en la grada por extraña decisión de Zidane, solo quedaba Bale para jugar en una posición en la que no se siente cómodo. La petición de Florentino Pérez y Zidane al madridismo de no silbar a Bale surgió efecto de inicio pero el galés es puro desacierto. N

El Levante mantenía el orden y rebajaba su presencia en terreno contrario. Ivi, con osadía, chutaba una falta lejana lateral cuando todos esperaban el centro. Era el balón parado el mejor salvavidas para el Real Madrid. La cabeza de Ramos, cómo no. De un saque de esquina llegó el empate con el clásico testarazo del capitán, rechazado por Raúl y Lucas Vázquez marcando a puerta vacía.

El corazón de Ramos levantaba al Real Madrid pero su fútbol carecía de continuidad. A

La segunda parte sería un monólogo del Real Madrid, una lucha contra el nerviosismo con el paso de los minutos y la ausencia del gol de la remontada. El Levante mantuvo su firmeza defensiva y con eso ya era bastante ante el vigente campeón. Con el paso de los minutos, puntuar se convirtió en cuestión de acierto de Raúl, que acabó saliendo por la puerta grande del Bernabéu.

La afición madridista, acostumbrada a los tantos milagrosos, esperaba el último impulso confiada en la victorias. En esta ocasión no llegó. A la desesperada encontró la expulsión de Marcelo, por agresión a un rival, y el último intento de Kroos que lo estrelló en la madera. El campeón encadena dos pinchazos en el Santiago Bernabéu. Las rotaciones no siempre son efectivas.