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9, septiembre 2017 - 19:51

┃ EFE

ROCA-REY

En el día del centenario de la plaza La Chata, el diestro peruano Andrés Roca Rey indultó al magnífico Orgullito, que hizo honor a su nombre para la dehesa de Garcigrande. Faenón cumbre del peruano, que lo cuajó de principio a fin hasta perdonarle la vida y pasear hasta cuatro orejas y un rabo simbólicos. Fue una tarde rotunda de Roca Rey, extraordinaria. Tres orejas cortó Talavante que salió en hombros con el peruano en una tarde en la que también Perera y Fandi pasearon una oreja cada uno de un encierro de Domingo Hernández y Garcigrande de buen juego, a excepción del complicado e imposible sexto.

Ese bravo cuarto toro de Garcigrande fue extraordinario y Roca Rey cuajó de principio a fin hasta acabar por indultarlo. Pleno de facultades y soberbio, el sudamericano lo toreó con poderío, temple por ambas manos en un faenón cumbre de largo metraje en la que el público acabó rendido a los pies de una dupla maravillosa. Pidieron el indulto de manera apoteósica y el astado, de nombre Orgullito, volvió a los corrales en una faena histórica. Dos orejas y rabo simbólicas para el torero.

Roca Rey salió a por todas de nuevo en el octavo, al que instrumentó otra obra cumbre. Cuajó a su oponente, al que le dio la distancia precisa, la altura precisa y los terrenos que pedía, además de imprimir temple y profundidad. Al final, un arrimón de órdago, terreno en el que se mueve como pez en el agua. Estocadón y dos orejas.

Talavante se exhibió de nuevo en el séptimo. Mató de una buena estocada y fue premiado con dos orejas. Alejandro Talavante paseó una oreja del tercero, un astado justo de fuerzas noble al que entendió bien el extremeño en series templadas. Faena muy de su concepto rematada de estocada. Paseó una oreja tras petición de la segunda.

El segundo fue un toro noble y con calidad al que Perera firmó una faena importante en la que le molestó el viento. Hubo profundidad en las series y firmeza del torero, que remató su labor de una contundente estocada que le valió una oreja. El sexto fue un toro complicado que embistió con la cara alta y descompuesta. Perera se la jugó sin fisuras y estuvo valeroso haciendo un esfuerzo aunque no tuvo ninguna opción. Mató al segundo intento y fue silenciado.

Tras la catarsis del indulto, salió el quinto, al que el granadino instrumentó una labor de oficio y espectáculo que sin embargo no llegó a conectar con el público debido a la intensidad vivida en el toro anterior. Tras estocada, fue aplaudido. El Fandi protagonizó una labor espectacular y vibrante ante el primero de Domingo Hernández que abrió plaza. Grandes facultades en banderillas y una faena bien estructurada por ambos pitones que remató de estocada. Oreja con algunas protestas.

 

El balance final fue: Lleno. Toros de Domingo Hernández y Garcigrande (4º, 5º y 7º), de buen juego a excepción del complicado sexto. El extraordinario y bravo cuarto, de nombre Orgullito, Nº 55, de 517 kilos, fue indultado. David Fandila ‘El Fandi’, oreja y ovación;

Miguel Ángel Perera, oreja y ovación; Alejandro Talavante, oreja y dos orejas; y Roca Rey, indulto y dos orejas.