Sam Bradford le robó una página de su libro a Drew Brees para impulsar el triunfo de los Vikingos de Minnesota, quienes se impusieron 29-19 a los Santos de Nueva Orleáns en el regreso a casa de Adrian Peterson.

Durante la primera batalla de la doble tanda del ‘Monday Night’, unos sorprendentes Vikingos dieron muestras de un equipo sólido, con puntos fuertes en ambos lados de emparrillado para comenzar su aventura con el pie derecho. El majestuoso domo del U.S. Bank Stadium fue un hervidero de pasiones.

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Tras los minutos iniciales de aplausos para “AP”, los pupilos de Mike Zimmer se hicieron con el control de un partido que vio la explosión de Adam Thielen. En corto y en largo fue una amenaza para la secundaria de Nueva Orleáns, sus 157 yardas en nueve atrapadas mantenían con vida a la ofensiva local.

Pese a la gran actuación del receptor abierto, la figura fue el inconsistente Sam Bradford. Del quarterback #8 se puede esperar lo mejor y lo peor en cuestión de minutos. Para deleite de los presentes, completó un partido casi perfecto. Completó 27 de sus 32 envíos para 346 yardas y tres touchdowns. Números impresionantes a la altura de un Brees que estuvo lejos de su mejor nivel.

En los Santos, Peterson sólo tuvo seis acarreos para 18 yardas. Atrás, muy atrás han quedado sus mejores tiempos.