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Mira

27, octubre 2014 - 18:41

┃ María Vega

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DPA

LONDRES.-Los últimos 12 meses que debió atravesar Bernie Ecclestone hubieran agotado a cualquiera, pero el “patrón” de la Fórmula Uno cumple 84 años con la vitalidad y la ambición intactas.
Procesos judiciales en Múnich y Londres, discusiones sobre el sistema de puntuación, debates interminables sobre los nuevos motores, un pago de 100 millones de dólares, preocupación por la salud de Michael Schumacher y la polémica sobre la seguridad en la Fórmula Uno tras el accidente de Jules Bianchi fueron algunos de los problemas que debió afrontar el británico en el último año.
A ello hay que añadir una controvertida carrera en Rusia codo a codo con el presidente Vladimir Putin, una presentación igual de cuestionada en Azerbaiyán, y ahora los interrogantes sobre la salud financiera de la Fórmula Uno después de que Caterham y Marussia anunciaran que no correrán el fin de semana en el Gran Premio de Estados Unidos.
A una persona normal los últimos 12 meses hubieran consumido todas las fuerzas, pero el británico sigue adelante pese a su edad. Ni siquiera el cumpleaños número 84 le concede una pausa. La Fórmula Uno, y por tanto su vida, no se permiten descanso.
Ecclestone no deja nada librado al azar. En diciembre pasado, el británico impulsó un proyecto para que en las tres últimas carreras de 2014 se concedieran el doble de puntos. Al final será sólo la última, pero el objetivo es el mismo: garantizar la emoción y la tensión hasta el final en un “show” que se estaba tornando aburrido con la clara superioridad de Sebastian Vettel con Red Bull.
El británico fue además uno de los mayores enemigos de los nuevos motores híbridos, más silenciosos, que se implementaron esta temporada, aunque allí no pudo imponer su voluntad.
“La gente quiere ruido, algo especial. De eso se trata en la Fórmula Uno”, dijo el multimillonario que hace casi cuatro décadas dirige los destinos comerciales de la categoría reina del automovilismo. Su proyecto combina la permanente búsqueda de cambios y nuevos mercados con ciertos elementos de “purismo”.
Así, Ecclestone no dudó en mostrarse a favor de prohibir los mensajes de radio a los pilotos, una propuesta que está generando un intenso debate.
“Los pilotos no necesitan a nadie que les diga lo que tienen que hacer”, opinó Ecclestone, un ex piloto de poco éxito que comenzó su carrera como directivo al adquirir en 1977 y 1978 los derechos de televisión y publicidad de la Fórmula Uno.