Con la tecnología de Google Traductor

Mira

23, septiembre 2017 - 9:29

┃ José Luis Camarillo

CMB

Génova 33, despacho 503, en la Zona Rosa, fue la dirección de la sede original del Consejo Mundial de Boxeo. La sala de juntas estaba al fondo y daba hacia la parte posterior del edificio que en los años más recientes fue pintado de un tono salmón.

Ayer por la tarde, la cuadra donde estaba ubicado ese inmueble, ya de por sí acordonada para impedir el paso de peatones, fue restringida aún más en cuanto al acceso a sus proximidades. Trabajadores de la delegación Cuauhtémoc advertían que la demolición estaba por llevarse a cabo. Docenas de transeúntes tomaban fotos, en las cuales quedaron plasmadas las fallas estructurales y los boquetes en sus paredes.

ESPACIO SAGRADO

Ahí se tomaron acuerdos que dieron lugar a muchas de las más grandes peleas de que se tengan memoria, a partir de su fundación en 1963. Aun las más fuertes desavenencias fueron resueltas por esa enorme capacidad natural de conciliación que tenía su presidente, don José Sulaimán Chagnón.

Casi al inicio del nuevo milenio, a raíz de aquel golpazo experimentado por la multimillonaria demanda del alemán Rocky Rocchigiani contra el WBC, la oficina prácticamente se volvió itinerante.

El despacho 503 tuvo que ser clausurado -para efecto de funciones del WBC- como consecuencia de aquella querella por parte de Rocchigiani y tiempo después don José alquiló el local de enfrente.

MARTES DE CAFÉ

Incontables Martes de Café tuvieron efecto en la “nueva” oficina del Consejo, la cual resultó insuficiente no tanto por los medios de comunicación y boxeadores invitados, sino por muchas personas que vieron la oportunidad de consumir los alimentos y bebidas que ahí se daban. En la mayoría de las ocasiones había personas en el pasillo, hasta la escalera.

En meses recientes, las juntas semanales se trasladaron a diferentes lugares, como el Sindicato del STFRM, lo que dio una mayor comodidad para entrevistas de los informadores.

El destino quiso que el Martes de Café que coincidió con el terremoto de 7.1 grados, hace cuatro días, fuese ventilado en Tlalnepantla.

SAL SÁNCHEZ-WILFREDO

Corría el año 1981 cuando hubo una reunión cumbre en esa que fue la oficina central del Consejo por décadas. Ahí estaban don José Sulaimàn, el promotor Don King, el abogado Juan José Torres Landa y los protagonistas de aquel combate histórico del 21 de agosto de ese calendario: Salvador Sánchez y Wilfredo Gómez, además de Ismael Leandry por el lado del borinqueño.

Eran tiempos en que Eduardo Lamazón era el secretario ejecutivo de ese organismo. Lamazón tenía un espacio privado dentro de las mismas oficinas también conocidas como “WBC Headquarters”.

La historia usted ya la conoce. Sánchez apabulló a Gómez hasta obligar al réferi filipino Carlos Padilla a intervenir en el octavo episodio. Un periódico de Puerto Rico tituló su crónica: “La Venganza de Moctezuma”.

LAS GLORIAS DE JC CHÁVEZ

En la serie El César, protagonizada por Armando Hernández, uno de los capítulos aborda la ocasión en que JC Chávez “se robó” a Amalia Carrasco, que era su novia. La luna de miel debió ser pospuesta porque a Chávez le avisaron que “Sulaimán le informaba que acababa de ordenarse” su pelea por el vacante título universal superpluma del WBC contra Mario “Azabache” Martìnez. Ésta se celebró el 13 de septiembre de 1984 y ahí comenzó la leyenda del hombre que es considerado el más grande boxeador mexicano de todos los tiempos.

Fue desde las instalaciones de Génova 33, donde se hizo esa comunicación que convertía a Chávez en el hombre más feliz de la tierra en aquellos momentos. El propio JC nos dijo que “ya tenía listas sus maletas para mudarse a Los Ángeles con el mánager Ricardo Maldonado Mendoza”, pero la noticia de que iba directamente por la corona superpluma le hizo modificar sus planes.

De la misma manera, aquellos inolvidables duelos de Julio César contra Meldrick Taylor (los dos) y el “Macho” Camacho fueron convenidos en ese quinto piso, entre las calles de Hamburgo y Paseo de la Reforma.

Lo mismo que el César del boxeo contra Óscar de la Hoya o este último contra Miguel Ángel González.

En los primeros años de su reinado, era cosa común ver a JC llegar de visita. Por ello se hospedaba en el cercanísimo hotel Aristos.

COMBATES ÚNICOS

Del edificio que estaba por ser derrumbado igualmente salieron los contratos firmados para innumerables oportunidades de boxeadores mexicanos como Germán Torres, Humberto “Chiquita” González, Ricardo “Finito” López, Daniel Zaragoza, Gilberto Román.

Por ende, los encuentros que dieron pauta para la trilogía de “La Chiquita” contra Michael Carbajal o los dos pleitos de Ricardo “Finito” López contra Rosendo Álvarez, entre tantos otros que pertenecen al libro de oro del boxeo mundial.

TYSON, LEONARD…

Es obvio que de la misma manera, ahí llegaran los documentos para pactar otras batallas que llenaron los ojos de los fans de todo el planeta, como fue la coronación de Mike Tyson contra Trevor Berbick hasta alcanzar el trono unificado de peso completo, y previamente las legendarias peleas de Sugar Ray Leonard contra Roberto “Mano de Piedra” Durán, Tommy Hearns, Marvin Hagler y Don Lalonde.

SECRETARIO EJECUTIVO

Aunque por ahí hubo la pretensión de colocar un sustituto de Eduardo Lamazón cuando el analista boxístico, historiador y experto en estadísticas renunció a la secretaría ejecutiva de esa entidad en 2002, la verdad es que todo se resume a la época en que él estuvo ahí. Lamazón despachaba diariamente en la Zona Rosa, mientras que don José Sulaimán solamente lo hacía cuando era estrictamente necesario.

El señor Sulaimán Chagnón atendía a mucha gente en Controles Gráficos, un negocio de su propiedad en San Juan Ixhuatepec, cerca de Indios Verdes, o en su casa de Riobamba 835, colonia Lindavista. Este último domicilio acoge actualmente las oficinas del WBC, después de algunos años de operaciones en Cuzco 872, en la misma colonia.

“Estoy casi seguro que el CMB empezó a despachar ahí en 1978, un año antes de mi llegada a México (procedente de Argentina)”, nos comentó ayer Lamazón.