Un día como hoy, pero hace 100 años, nació Rodolfo Guzmán Huerta, el hombre que bajo una máscara de plata dio vida a El Santo, un gladiador de la lucha libre cuyos triunfos en los encordados lo convertirían en un personaje de cómic, paladín de la justicia, actor de cine, superhéroe a la mexicana e icono de la cultura popular del siglo XX. Sus hazañas de ficción y su trascendencia internacional le concedieron el status de leyenda.
El hombre nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917, alcanzó la cúspide enfrentándose a los más temibles luchadores de la época, hasta que lo llamó la industria del celuloide y lo hizo estrella de la pantalla grande; no del séptimo arte, que conste.