POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

LA tarde se ensombreció ante la presencia de las bestias metaleras que aparecieron en el Hell & Heaven.

Salidos de lo más profundo del averno, con su canto crudo y sintonización a gran velocidad de riffs y baterías, entre ellos el creador del black metal, Venom, también surgieron OverKill, Rotting Christ, Terrorizer, Annihilator, White Zombie, Samael, Korn, Obituary y Limp Biskit, quienes enloquecieron a la jauría de estoperoles, chamarras negras, cruces invertidas y todo lo oscuro que hizo su aparición para dejar sus estados de conciencia alterados de tanto metal.

Sin duda Venom fue un gran deleite, y un sacerdote que cantaba a lo siniestro, a lo sobrenatural, a través de la voz de Cronos, quien con rudeza hacía una invitación para corear la clásica “Welcome to Hell”.

Gritos, energía, y Cronos diciendo que lo negro es el núcleo del infierno con esa voz agresiva que lo caracteriza..

Todos unidos soñando en legiones de música y hechizos de terror para la menguante luna.

“Fijar a los dioses de rock and roll con metal negro”, y las figuras aterrorizantes de la oscuridad danzaban en el escenario donde las bestias metaleras absorbían con satisfacción la lealtad de sus seguidores.

El Hell & Heaven mostró muchas caras musicales, pero los metaleros fueron los más temerosos e irrespirables para los entes frágiles que se atrevieron a traspasar la oscuridad y encontrarse con las más temibles blasfemias.

La pesadilla de excelentes rolas no terminaba ni dejaba admirar las sorpresivas estrellas camuflando las figuras del averno que la noche trataba de ocultar.

Una música sin reglas, sin frescura y controversial.

Sí, las bestias desataron su potencial agresividad, la cual quedará por mucho tiempo grabada en las bardas de la débil ciudad que recibió su dosis de black metal.