Comenzaron calientes los playoffs de las Grandes Ligas con el partido por el comodín de la Liga Americana, entre Nueva York y Minnesota.

Una primera entrada de locura fue lo que se vivió en la Gran Manzana: primero, Brian Dozier recibió con cuadrangular solitario a Luis Severino, abridor de los Yanquis, con un garrotazo que viajó por todo el jardín izquierdo; el descontrol de Severino continuó y ahora fue Eddie Rosario quien le conectó palo de cuatro esquinas, llevándose por delante a Jorge Polanco.

En ese mismo primer rollo, los Mulos respondieron con un jonrón de tres carreras de Didi Gregorius, que llevó a la registradora a Brent Gardner y a Aaron Judge ante la serpentina del estelar Ervin Santana. Locura total en Yankee Stadium.

En el segundo inning apareció Gardner con otro cuadrangular solitario para dar la ventaja a su equipo, misma que se desvaneció con un rodado de Buxton que llevó a Polanco a home.

Después, en el tercer episodio, un imparable de Bird propició una rayita más cortesía de Gary Sánchez.

La fiesta neoyorquina continuó y Aaron Judge añadió dos carreras con bambinazo por el izquierdo con Gardner en los senderos. En la fatídica séptima entrada los Yanquis coniguieron una anotación de “caballito” ante los lanzamientos de Alan Busenitz.

El taponero Aroldis Chapman puso el cerrojo en la novena entrada y aseguró el triunfo de Nueva York.

La victoria fue para David Robertson, quien trabajó tres entradas y un tercio, tolerando tres hits y otorgó un pasaporte, sin permitir carrera, además de ponchar a cinco enemigos.

La derrota fue para José Berrios, quien tuvo labor de tres episodios, admitiendo cinco imparables, tres carreras y ponchó a cuatro hombres.

Nueva York arranca la Serie Divisional el jueves ante los Indios de Cleveland.