Mannarino, verdugo en semifinales del croata Marin Cilic, donde logró la mejor victoria de su carrera, no pudo mantener ese nivel en su primera final de un ATP 500 y sucumbió ante la seguridad de Goffin en 83 minutos.

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El jugador belga que había llegado a Tokio con el título conquistado en Shenzhen, se desquitó así de la derrota que encajó en la final del año pasado (cayó contra Nick Kyrgios) en la capital nipona ganando su noveno partido consecutivo.

Con este nuevo título, el cuarto de su carrera, Goffin adelanta al español Pablo Carreño en la Carrera de Campeones, lista que da acceso a las Nitto ATP Finals (Masters) de Londres, situándose en la octava plaza, seguido de Carreño.