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9, octubre 2017 - 11:12

┃ Iván Pirrón

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Setenta y tres segundos. Ése era el tiempo que los Empacadores tenían para tratar de empatar o derrotar a los Vaqueros. Y, al igual que lo hizo en enero, Aaron Rodgers una vez más se puso en plan maestro para darle el triunfo a Green Bay (35-31) en la casa que Jerry Jones construyó.

Rodgers comandó una serie ofensiva de nueve jugadas y 75 yardas en 1:02 que culminó con una bella espiral a las diagonales de 12 yardas a manos de Devante Adams, para el touchdown que arrebató la victoria de las manos de Dak Prescott y los Vaqueros.

Apenas unos segundos antes, Prescott había anotado el touchdown que puso a Dallas arriba en el marcador 31-28.

Pero Rodgers demostró por qué es el mejor pasador de la NFL, el que todo equipo quiere cuando restan menos de dos minutos y necesitas puntos.

Lo hizo hace unos meses en el mismo estadio, en la Ronda Divisional de los Playoffs. Green Bay ganó ese partido 34-31, cuando Rodgers completó un pase de 35 yardas con Jared Cook en tercer down y 20 con tres segundos en el reloj; luego Mason Crosby conectó un gol de campo de 51 yardas y los Empacadores eliminaron al mejor sembrado de la NFC para avanzar a la Final de Conferencia.

Green Bay se ha convertido en una pesadilla para Dallas: los Packers han ganado siete de los últimos ocho duelos, incluidos dos en postemporada. En nueve partidos ante los Vaqueros, Rodgers tiene 16 pases de touchdown y sólo dos intercepciones.

Nuevamente la defensiva de los Cowboys no estuvo a la altura de las circunstancias. En la última serie, la frontal de Dallas fue incapaz de capturar a Rodgers en un tercer down clave y el quarterback de Green Bay se les escapó 18 yardas.

El perímetro, que perdió a tres titulares en la agencia libre, nuevamente fue expuesto. En la jugada del touchdown, Rodgers victimó al novato Jourdan Lewis, quien estaba en cobertura personal con Adams.

Lewis es uno de dos novatos que los Vaqueros han tenido que usar en el perímetro.

Prescott (25 de 36, 251 yardas, 3 touchdowns y una intercepción) y Ezekiel Elliott (116 yardas por tierra) tuvieron un buen partido, pero mientras la defensa no mejore, Dallas seguirá perdiendo partidos, aunque la ofensiva anote más de 30 puntos.

PESADILLA EN PITTSBURGH

Ben Roethlisberger consideró retirarse al final de la campaña pasada. Y si lo de ayer fue una señal, es un hecho que el veterano de 35 años de edad está más cerca de decir adiós que de sus mejores años como quarterback de los Acereros.

El “Big Ben” tuvo el peor juego de su ilustre carrera de 14 años en la NFL; sufrió cinco intercepciones y dos de ellas fueron devueltas para sendos touchdowns en la humillante derrota de Pittsburgh, 30-9 a manos de los Jaguares de Jacksonville.

“Quizá ya no tengo lo que se necesita”, dijo Roethlisberger a la prensa al final del partido.

El último quarterback de los Acereros que lanzó cinco intercepciones había sido Mark Malone ¡hace 30 años!

La campaña aún es joven, pero Pittsburgh tiene marca de 3-2 y Roethlisberger, el hombre más importante de la franquicia, tiene sólo 6 pases de touchdown y siete intercepciones.

El calendario no ayuda porque los próximos tres juegos de los Acereros son en Kansas City, contra Cincinnati y en Detroit.

Si el “Big Ben” ya no tiene lo que se necesita, los Acereros están condenados.

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