CHARLOTTE.- Las Águilas de Filadelfia sumaron su cuarta victoria consecutiva al imponerse 28-23 a las Panteras de Carolina. El mariscal de campo Carson Wentz continúa encendido y con tres pases de anotación comandó el vuelo de su equipo. Cam Newton, en cambio, nada pudo hacer al ser interceptado en tres ocasiones.

EL PARTIDO

Las Águilas llegaron al Bank of America con la seguridad de tener una ofensiva poderosa, sin embargo, con la incertidumbre de saber si su defensiva sería capaz de frenar al versátil Cam Newton. Pues bien, Filadelfia despejó las dudas desde el principio y con una buena presión generó los errores necesarios. Dos intercepciones a “Super Cam” en la primera mitad fueron suficientes para encaminar el partido a su favor.

El quarterback de segundo año Carson Wentz sabía que para conseguir la victoria debía de jugar un partido casi perfecto. Y así lo hizo. El ex de Dakota del Norte terminó el duelo con tres pases de anotación y un total de 222 yardas. El acierto de Wentz radicó en capitalizar los errores del rival, al convertir en touchdowns las dos tempranas intercepciones, siempre con el apoyo de Zach Ertz, su mejor hombre en zona roja. El ala cerrada ya lleva cinco anotaciones en lo que va de la temporada.

Con la ventaja en sus manos, Filadelfia apeló al trabajo defensivo para mantener a Carolina a una distancia prudente. La imprecisión de Cam Newton, aunado a un nulo ataque terrestre por parte de las Panteras, fueron mermando la ilusión de una posible remontada. Si acaso la conexión entre Kelvin Benjamin y Newton es uno de los puntos a destacar en la pobre cosecha de los de Ron Rivera. El receptor consiguió 99 yardas y fueron sus manos las más seguras de la noche.

Al final, Filadelfia supo mantener la ventaja y frenar el ímpetu de Carolina. Una nueva intercepción a Newton en los minutos finales, la tercera del partido, representó el desenlace de un duelo que deja muy bien paradas a las Águilas, que llegan a un récord de 5-1 y mantienen su dominio en la División, mientras que Carolina queda a merced de lo que pueda hacer Atlanta, cuando reciba a los Delfines de Miami el próximo domingo.