Hace 29 años que añoran el banderín de la Liga Nacional, apenas la campaña anterior los Dodgers de Los Ángeles fueron eliminados por los Cachorros de Chicago en el legendario Wrigley Field, en seis encuentros, pero ahora las cosas podrían ser muy diferentes.

“Fue difícil”, dijo el cerrador Kenley Jansen, que ha utilizado esos recuerdos de Wrigley como motivación. “Para ver cómo los fanáticos de los Cachorros festejaron con nosotros presentes. Y al año siguiente venimos aquí y hacen la ceremonia de bandera y anillo. Eso es mucho, hombre. Si queremos ser campeones, tenemos que derribar a los campeones. Nosotros los respetamos por quiénes son”.

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El NLCS vuelve a Wrigley Field esta noche con los Dodgers con una ventaja de 2-0 en la serie a ganar cuatro de sierte, tras el jonrón de Justin Turner el domingo por la noche. Pero los Dodgers encabezaron la serie el año pasado, 2-1, antes de perder tres seguidas, lo que sigue siendo una herida abierta.

Después de caer en el sexto juego, tuvieron que quedarse en la caseta durante una hora más mientras los oficiales se apresuraron a diseñar una ruta de escape para el autobús del equipo a través de las calles Wrigleyville invadidas por fanáticos de la fiesta. Algunos jugadores decidieron caminar de regreso al hotel.

En su anterior visita a Chicago, los Cachorros hicieron todo un show, pese a la lluvia que demoró el partido varias horas, se entregaron los anillos de campeones.

Dave Roberts, manager de los californianos dijo que lo poco que se observaba de esas ceremonias alimentaba aún más el deseo de su club de intercambiar lugares con los campeones. Roberts dijo que el enfoque en destronar a los Cachorros juega en un enfoque mental que ha permitido a los Dodgers evitar los contratiempos, incluso los más grandes, como la pérdida de Corey Seager por lesiones, para romper su paso.

El estelar Jake Arrieta abrirá por los Cachorros y su rival será Alex Wood, el partido comenzará a las 20 horas.