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17, octubre 2017 - 14:47

┃ Alejandro Alfaro

Collage sin título (2)

 

Durante décadas, el Clásico entre América y Chivas ha representado el choque de dos maneras completamente opuestas de ver, sentir y percibir el futbol. Por un lado, está el equipo que históricamente ha alzado la bandera de poder adquisitivo para hacerse de los jugadores objeto de su deseo, esto acompañado de una base de futbolistas formados en casa, con la cualidad de sentir fuertemente el arraigo de sus colores azul y amarillo. En contraparte, la tradición de los puros mexicanos, el club que se ganó el corazón de millones al sentirse identificados con sus 11 compatriotas en un terreno de juego.

Batallas épicas se libraron y se recuerdan hasta la fecha por la intensidad con la que fueron disputadas. Una final, broncas que son recordadas cada que se acerca el enfrentamiento entre América y Guadalajara, anécdotas, entre muchas otras cosas que aderezan y hacen especial el Clásico Nacional.

Sin embargo, la globalización que llega hasta el futbol moderno ha hecho que tanto Águilas como Chivas olvidaran un poco esos rasgos característicos; uno porque se ha llenado de foráneos, redujo considerablemente su base de jugadores nacionales y de esos, pocos son formados en sus filas, como el caso americanista; mientras que el Rebaño Sagrado, aunque mantiene vigente esa regla no escrita de tener únicamente a hombres nacidos en México en su plantilla, ha optado por buscar fortalecerse con elementos forjados en otras escuadras durante su etapa como juveniles, para hacerse de sus servicios a precios sumamente elevados a cambio de tenerlos como referentes de su alineación titular.

La consecuencia de todo esto podría permear en la pérdida de ese ADN tan propio del Súper Clásico del futbol mexicano, el cual no deja de mover masas y despertar el interés en millones de aficionados dentro y fuera de territorio nacional, pero presume tener en las filas de los dos contendientes a jugadores que puede que no terminen de dimensionar al no haber sentido como suya esa rivalidad desde sus inicios en el balompié.

Por el lado de los de Coapa, hoy en día la alineación titular cuenta regularmente con la presencia de dos mexicanos, que son Oribe Peralta y Paúl Aguilar, de los cuales ninguno hizo su proceso de divisiones inferiores con América. Del plantel se podría señalar a Edson Álvarez como el elegido para entrar con frecuencia en el once de Miguel Herrera, mientras que otros como Diego Lainez y Alejandro Díaz, reciben solamente algunos minutos y buscan esa consolidación.

Un poco más atrás vienen nombres como el de los porteros Jonathan León, Luis Pineda; los defensas Enrique Cedillo y Gil Burón; los mediocampistas Carlos Rosel y Luis Amador; así como el delantero Ricardo Marín. Todos ellos registrados con el primer equipo, pero con más participación con las Sub-20 o la Liga Premier.

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Por el bando tapatío hay más presencia de canteranos, aunque no en una medida mucho mayor, ya que usualmente oscila entre cuatro, ya que promedian de cuatro a cinco titulares en las formaciones de Matías Almeyda, quien regularmente echa mano de Jesús “Chapo” Sánchez, Michael Pérez, Ángel Zaldívar, Carlos Fierro y Javier “Chofis” López, o bien, puede utilizar a Carlos Salcido en lugar de Pérez. Sin embargo, los pilares como Rodolfo Cota, Oswaldo Alanís, Orbelín Pineda, Rodolfo Pizarro o el mismo Alan Pulido, tienen su cuna lejos del redil chiva.

Con todo y eso, este encuentro no deja de ser un compromiso muy buscado por los aficionados en cuando se anuncia el calendario cada inicio de temporada, por lo que este sábado, miles en el estadio y millones detrás del televisor, vivirán el cotejo más importante de la Liga, tal y como los protagonistas lo han confirmado durante décadas.

Sobre esto, Juan Hernández, un hombre que fuera emblema americanista durante muchos años, platicó con ESTO y consideró que a pesar de que esta circunstancia es algo real, el Clásico nunca se verá opacado pese a la falta de hombres hechos en ambas casas.

“No creo que pierda interés, y aunque es cierto que no hay jugadores formados en las Fuerzas Básicas de ambos equipos, si hay una rivalidad muy grande deportivamente en donde no puedes perder. Desde que firmas un contrato con América, te dicen cómo está establecido el respeto al rival, a tus compañeros, la unión de equipo, ganar y convencer, por eso se sabe que este partido no se puede perder de ninguna manera”, dijo el “Che Che”.

Otro que se pronunció al respecto fue Juan Carlos “More” Mosquera, quien fuese jugador debutado con América y que hoy siente que esta ausencia de identidad hace que el Clásico se perciba diferente.

“Creo que no se siente igual, al menos los que salimos de ahí. No sé si los aficionados lo vean de la misma manera. Cuando inicié eran cinco o seis extranjeros nada más. Me parece que uno que jugó lo ve de diferente manera, que no haya tanta gente ni mexicana o nacida en cantera de América o Chivas, que son muy importantes”, manifestó.

Al final, una nueva edición del Clásico será celebrada, con sensaciones divididas entre los que ven intacta esa enconada rivalidad y otros que perciben ausencia de ADN en el partido más importante de la fase regular del torneo mexicano.

CANTERANOS AMERICANISTAS

Porteros: Jonathan León y Luis Pineda.

Defensas: Edson Álvarez, Enrique Cedillo y Gil Burón.

Medios: Carlos Rosel, Diego Lainez y Luis Amador.

Delanteros: Alejandro Díaz y Ricardo Marín.

CANTERANOS DE CHIVAS

Porteros: Antonio Torres y Miguel Jiménez.

Defensas: Hedgardo Marín, Jesús Sánchez y Juan Basulto.

Medios: Ángel López, Carlos Salcido, Javier López y Michael Pérez.

Delanteros: Ángel Zaldívar, Carlos Fierro, Carlos Cisneros y Michelle Benítez.

 

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