POR HÉCTOR REYES

La carismática deportista Paola Longoria, quien viajará a Boston para participar en su penúltimo torneo del tour profesional, en un año que calificó de grandioso, aunque esta vez no fue invicta, pero si terminará como la número uno del mundo, un balance positivo.

Invitada por Bernardo de la Garza a la cena de gala “México Gana”,  Paola consideró que el temblor unió muchas fuerzas, muchas manos y se siente muy orgullosa de ver cómo la gente por apoyo y ayuda nunca faltó y como representante de las Fuerzas Armadas importante la labor que hizo el ejército mexicano.

“El compromiso que uno tiene siempre como deportista es poner a nuestro país en los más alto del podio y en este caso unir esfuerzos para sacar adelante a nuestro país, regresarle un poquito de lo mucho que nos ha dado y en este tipo de eventos los deportistas nos unimos y esperemos que sirva de algo”, declaró Paola, quien dentro de la Fundación Techo, ella como otros deportistas, asistirán a la entrega de casas para los damnificados.

Hablo también del campamento que acaba de realizar en Monterrey, Nuevo León, en donde se detectaron talentos de niñas entre 13 y 16 años, a través de un selectivo en siete estados de la República, con su equipo multidisciplinario y celebró un torneo interno. Longoria cuenta con una escuela pública y quiere asociarse con clubes privados para que den oportunidad de jugar a niños que no cuentan con una membresía.

La CONADE anunció que el presupuesto para el año entrante sufrió una reducción de 300 millones de pesos, para quedar en 1,800 millones de pesos, de los siete mil millones que tuvo al inicio del sexenio, ante esta perspectiva, afirmó que el deporte no debería ser afectado, porque es el mejor estilo de vida saludable y exhortó a los empresarios para que se sumen a proyectos novedosos.

Estuvo en desacuerdo de que desaparezca la Olimpiada Nacional y se puso de ejemplo, ella comenzó a jugar a los 12 años en la categoría de 14, que salió de ahí y su primer año no ganó medallas, en el segundo un bronce y su meta era entregarle una presea a su entidad, aclaró que luego todas fueron de oro. Este certamen, desde su perspectiva representa el futuro del deporte mexicano.

“En lo personal he crecido mucho con patrocinadores en ese aspecto que si han creído en  mi carrera deportiva y también lo pueden hacer con muchísimos más, que no les de miedo apostar al deporte”, hizo hincapié la jugadora de 28 años, originaria de San Luis Potosí.