Conste que pregunta

El pasado miércoles, por fin se concretó la pachotada y se disputó el partido Atlas vs. Tigres, “pospuesto” desde la jornada ocho; toda vez que en la cancha del estadio Jalisco no se podía jugar, en virtud de que el mecanismo que subía la novedosa pantalla a una altura razonable para permitir el encuentro, estorbaba las acciones.

Lejos de dar por ganado el duelo a los dirigidos por el “Tuca” Ferretti, las autoridades (in) competentes de nuestro querido deporte, determinaron que se trataba de una “causa de fuerza mayor”, recurriendo al subterfugio de “la letra chiquita”, aplicando el reglamento muy a la mexicana, beneficiando desde mi punto de vista a los rojinegros. Digo, el punto obtenido tras el empate contra los norteños, podría tener múltiples implicaciones, significar a la larga su pase a la Liguilla (con la consecuente eliminación del Cruz Azul, por ejemplo) y lo más grave, su permanencia en el máximo circuito. ¿Será que hay equipos que pesan más que otros?, conste que es pregunta.

Del mismo modo, en la fecha 13, durante el partido Monterrey vs. Pachuca, el silbante Eduardo Galván envió a las regaderas al minuto 85 al tuzo Franco Jara. Al saberse expulsado el futbolista argentino le propinó un empellón al juez y le dijo hasta la despedida. Llama mi atención que este hecho no haya sido asentado en la cédula. Las lenguas de doble filo afirman que fue a instancias de su Asistente de Línea, José Luis Camargo, que omitieron el reporte. ¿Será que se trataba del equipo propiedad del homónimo de palillo, quien mantiene una excelente relación con la AMA (Asociación Mexicana de Árbitros)?, conste que es pregunta.

Y hablando de José Luis Camargo, alto directivo de la AMA, en noviembre del año pasado el “consorte de la liendre”, en ese entonces DT de Xolos, le propinó un pellizco en la lonja, al saberse expulsado y prácticamente eliminado de la Liguilla frente al León, y ¿qué creen? ¡Tampoco fue reportado! Esto toma matices dramáticos cuando recordamos que en una charla técnica, ante la recomendación del entonces instructor (Dr. Edgardo Codesal) de que “los árbitros procuraran ser más tolerantes”, el negrito Camargo respingó, aduciendo que “los árbitros no tenían por qué proteger los intereses de los equipos”, entonces. ¿En qué quedamos pues? ¿No que muy digno?, conste que es pregunta.

¿Quieren más?, pues ahí está el caso de Joaquín Beltrán, ex directivo queretano, quien en su momento calificó como “un robo” el trabajo del nazareno Érik Yair Miranda, luego de que les marcó tres penales en contra, en la fecha diez, cuando Gallos Blancos cayó frente a la Máquina celeste ¿Por qué no le abrieron un expediente?, conste que es pregunta.

Ya lo cantó Martín Urieta, si la impunidad campea en el ámbito nacional, si las sanciones se acomodan de acuerdo a los intereses de la cúpula del poder, “qué de raro tiene” que ocurra lo mismo en el futbol mexicano… conste que es pregunta.