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Mira

11, noviembre 2017 - 18:42

┃ Héctor Reyes

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No es de las deportistas protagónicas de la selección mexicana de taekwondo, pero desde que ganó la primera medalla en los Juegos Olímpicos de la Juventud, la sinaloense Briseida Acosta no ha dejado de tener resultados importantes dentro de su carrera deportiva, no obstante que ha tenido como principal rival a María Espinoza.

La semana próxima Briseida participará en el Campeonato Nacional de Taekwondo que se realizará en Monterrey, Nuevo León, para mantener el ritmo competitivo, y aplicar lo que han estado entrenando,  aunque ella ha sido de las exponentes que más actividad ha tenido, a partir de su medalla de oro del Abierto de Estados Unidos.

Propuesta para el Premio Nacional de Deportes este año, Briseida es una de las 8 exponentes del taekwondo que no fueron considerados por el jurado. Ella además ganó bronce en los Juegos Mundiales Universitarios, se quedó en la ronda de cuartos de final del Campeonato del Mundo de Muju y bronce en el Gran Prix de Londres.

“El jurado fue el que decidió, pero el taekwondo ha dado muy buenos resultados este año, ha sido un deporte muy constante y se haya quedado gente como Carlos Navarro, María Espinoza o Alfonso Victoria fuera, no me pareció acertado. Nosotros vamos a seguir trabajando y al fin y al cabo nosotros no trabajamos para eso, sino para lograr sueños y es algo extra, un plus”, afirmó la deportista de 27 años.

En todos los combates que ha participado a nivel internacional se encontró en el camino a la nueva exponente coreana An Sae – Bom, a quien no ha podido derrotar en sus cuatro confrontaciones de este año.

“Ha sido un bueno año, México ha sido un equipo con bastante constancia, esperemos poder cerrarlo mucho mejor en estos dos últimos torneos”, hizo hincapié la deportista que hace dos años logró el subcampeonato de la Copa del Mundo y ahora le gustaría finalizar en Costa de Marfil con el oro en ambas ramas.

Alejada de su casa, Briseida conserva un anillo de su mamá y como es algo descuidada para no perderlo lo conserva en una cadena. Significa la presencia permanente de sus seres queridos.

“Es la manera de que ella este conmigo, es algo que he sido muy bendecida, ellos comprenden lo que yo quiero y hasta donde quiera, tengo total libertad sin fecha límite y tampoco me la han puesto”, declaró la experimentada competidora que tiene como sueño los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

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