Denver, Colorado.- Los Patriotas fueron mucha pieza para unos Broncos dubitativos, que vieron en casa como se le escaparon sus últimas oportunidades de meterse a los playoffs.

Nueva Inglaterra, con un ataque de miedo, aplastó 41-16 a Denver en el juego que puso fin a la jornada dominical en la NFL. El campeón está más vivo que nunca y ajustició a una de sus principales amenazas en la Conferencia Americana, o eso era sobre el papel al inicio de la campaña.

El local opuso resistencia únicamente durante la primera mitad, o al menos hasta que los ‘Pats’ se lo permitieron. Pese a que su defensiva sigue siendo de élite, es imposible que puedan tapar la serie de errores que cometen sus compañeros al otro lado del emparrillado. Situación que aprovechó Brady y compañía.

La principal diferencia se marcó en los errores capitalizados por Nueva Inglaterra. Si bien la visita totalizó con 396 yardas totales, Denver tuvo 339, muchas más de las que reflejan sus 16 puntos. Inclusiva el anfitrión tuvo más tiempo de posesión con 30:17 minutos.

Los Broncos perdieron en dos ocasiones el ovoide y les significaron dos touchdowns en contra. Además, Bill Belichick está acostumbrado a sacar jugó de la nada y en esta ocasión basó su ataque en la figura de Rex Burkhead.

Tom Brady culminó con 25 de 34 para 266 yardas y tres pases de TD, respaldado por su ataque terrestres que se quedó a una yarda del centenar. En el otro lado, Brock Osweiler completó 18 de sus 33 envíos para 221 yardas, una anotación y una intercepción.