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22, noviembre 2017 - 21:00

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CRÓNICA

Cuando todo parecía perdido para Toluca y el reloj dictaba que tendrían que buscar la hombrada en Morelia, una reacción bravía le dio el triunfo gracias a los goles de Uribe y Barrientos, que en el agregado le otorgaron el triunfo a los de casa por 2-1.

Morelia se había ido adelante con gol de Ruidíaz desde os once pasos, pero en realidad fue poco lo que lo buscaron y sin merecerlo tanto, estaban al frente.

Los Choriceros echaron toda la carne al asador y les alcanzó para venir de atrás y llevarse una mínima ventaja a tierras purépechas, en donde se espera un juego de vuelta vibrante.

EL JUEGO

La noche que se vivió en  la capital mexiquense fue fría en cuanto al clima, pero también a lo exhibido en la cancha entre Toluca y Morelia durante la primera mitad, ya que mostraron un nivel de encuentro lejano a lo que se espera en una Liguilla. Pocas llegadas, contadas emociones y un duelo que por momentos se volvió tedioso debido a la inoperancia de ambos bandos.

Dentro de todo, los Diablos hicieron un poco más el intento por mostrarse y tuvieron la más peligrosa de la primera mitad, cuando Alexis Canelo ingresó al área y cerca del arco purépecha, intentó asistir a Uribe, pero su pase terminó rebotado en la defensa, por lo que la pelota le volvió a caerle y cuando se gritaba el gol en La Bombonera, el punterazo del argentino se fue desviado y terminó por lamentarse el no concretar esa clara llegada.

La fiesta grande estaba en marcha y la polémica arbitral no se la quería perder. Centro al área de Toluca y en la misma acción, Santiago García recargó a su rival y cortó la trayectoria del balón con la mano; sin embargo, el silbante Pérez Durán decidió no señalar hacia el manchón de penalti y dejó correr.

Esto fue de lo poco a destacar en la primera mitad, por lo que los dos clubes se fueron al descanso con poco que escribir a casa y con la consigna de brindar un extra para el complemento, principalmente los Choriceros, quienes estaban en calidad de local y tenían que sacarle provecho a su cancha.

Tras la pausa, los escarlatas salieron un poco más revolucionados, sin tanta claridad, pero con deseos más notorios de imponer el ritmo del cotejo. Fue ahí cuando Canelo volvió a dar un aviso importante al ingresar al área, recortar hacia adentro e impactar de parte interna, aunque su remate salió justo a la ubicación de Sosa, quien controló sin problemas.

Monarcas respondería de inmediato con un desborde de Carlos Guzmán, quien se incorporó al ataque para meter un centro que encontró la ubicación de Ruidíaz para que este rematara de cabeza, pero sin dirección de gol. Parecía que lo mejor estaba por venir.

Los Canarios fueron por la misma vía, la banda derecha y un centro pasado que esta vez le cayó a Lezcano, quien a su vez buscó el recentro para Ruidíaz, aunque lo que encontró fue la mano de Salinas y esta vez, el colegiado si decretó la pena máxima.

Fue el camiseta 9, el goleador peruano de la monarquía, quien tomaría la responsabilidad del cobro. Con sobriedad, “La Pulga” Ruidíaz engañó a Luis García y sin sobresaltos mandó la de gajos a guardar. La visita pegaba y lo hacía por partida doble debido al gol de visitante.

Toluca sabía que no podía permitirse un golpe en casa, ya que eso pondría muy cuesta arriba la serie para ellos. Fernando Uribe intentó meter al juego a los rojos al plantarse en territorio rojamarillo y entre la marca de dos zagueros, alcanzó a tirar cruzado, pero su intento solamente se fue por un costado ante la mirada de Sosa.

Con la urgencia de anotar, Cristante hizo modificaciones para refrescar su ataque y tener mejor manejo de la media cancha; Vega y Esquivel fueron sus apuestas y con eso, el rojo se fue al abordaje en busca del empate.

En la recta final, cuando parecía que tendrían que ir a buscar la hombrada a Morelia, Rubens Sambueza se sacó de la chistera una asistencia medida al movimiento de Fernando Uribe, quien sobre la marcha definió ante la salida de Sosa a segundo poste para conseguir la paridad en el electrónico.

Con el impulso anímico y un Morelia ya sin respuesta, los Diablos consiguieron prender la caldera a su máxima temperatura y ahí, en el último suspiro, Pablo Barrientos le pegó a la bola con coraje desde fuera del área y tras un desvío defensivo, el balón entró dramáticamente a la portería. Toluca regresó del mismísimo averno para ganar.

De tal forma, los mexiquenses rescataron un valioso triunfo y dejan la responsabilidad de buscar la vuelta a Morelia, quien en su casa deberá exhibir una cara más agresiva que la de anoche.

MxM

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