Pachuca.- La eliminación de la Liga MX para nada importa en el seno de los Tuzos. Saben que en puerta tienen un reto igual o más importante que la Fiesta Grande del balompié azteca y por lo tanto no bajan el ritmo en su búsqueda por hacer historia en el Mundial de Clubes.

La labor de espacios reducidos que impuso el estratega Diego Alonso funcionará en caso de cualquier contingencia en el partido inaugural del certamen frente al Wydad Casablanca del próximo nueve de diciembre.

Pachuca no tiene una buena experiencia ante rivales africanos en este certamen, y es por eso que el ritmo que pide el estratega es el máximo. La intensidad no puede negociarse.

Mucho futbol también hacen en las instalaciones de la Universidad del Futbol ubicada en la capital hidalguense, de no hacerlo, ante la falta de competencia, los futbolistas albiazules podrían perder ritmo.

La misión está clara desde que Pachuca consiguió su pase: ser el primer campeón mexicano en la historia de la competencia. Bajo esa mentalidad trabajarán hasta su debut.