POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: MARTÍN MONTIEL

MÉXICO rompió la marca Guinness mundial con La Catrina Fest MX 2014, como lo certificó la notaria pública 19, doctora Margarita Sánchez, en la tarde de ayer, en la explanada del Monumento a la Revolución, donde se dieron cita 509 personas vestidas con prendas multicolores, así como sombreros anchos, estolas y otros accesorios, pero sobre todo maquilladas con el rostro blanco y los ojos y la nariz de color negro a la usanza de la imagen que creó el caricaturista hidrocálido José Guadalupe Posada.
Durante cinco minutos, las 509 calaveras reales permanecieron como “estatuas de marfil”, inmóviles, para ser grabadas, fotografiadas y tener constancia del registro Guinness de tal hecho en la Ciudad de México, a unas horas de honrar en cada hogar del país a nuestros Santos Difuntos. Esto ocurrió ante autoridades de la demarcación Cuauhtémoc, del Gobierno capitalino de Cultura y del creador de la primera edición de La Catrina Fest MX, Javier Martínez.
Luego que al desaparecido caricaturista José Guadalupe Posada se le brindó fuertes aplausos por su invaluable aporte al folklor nacional, el delegado de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez, dirigió unas palabras a la concurrencia:
“Una de las primeras cosas que hay que reconocer en este día es que somos un reflejo de nuestra propia cultura. Las mujeres, hombres y niños caracterizados de la calavera garbancera que hace referencia a los indígenas que vendían garbanzos. Esos indígenas trataban de imitar la cultura europea en muchos sentidos. Por eso, José Guadalupe hizo una representación a través de sus litografías. Eso es lo que estamos representando hoy, estamos trasladando nuestra historia y cultura a una expresión humana concreta que busca romper un récord, pero sobre todo es la convivencia que se ha generado entre todos.
“La cultura de la muerte sin duda para los mexicanos representa muchas cosas. Convivimos con la muerte; se llora, se canta, se convive, se toma, se baila todo lo que queremos representa las culturas mexicanas se hacen también de la mano de la muerte. Dice una poesía: ‘No es cierto que la muerte nos separa, al final todos morimos. El último en morir se dará cuenta que estamos otra vez juntos. Hay que celebrar la muerte, hay que celebrar la vida y hay que celebrar que esta dualidad nos acompañará por la eternidad”’.
Así, tras quedar asentado que 509 personas disfrazadas de La Catrina buscaron todavía tomar la “selfie” para enviarla a sus amigos y familiares, ya que cada maquillaje en el rostro les llevó de entre 90 minutos a dos horas y muchas posaron en la carroza Cadillac del 1928 que exhibió una agencia funeraria.