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3, diciembre 2017 - 19:24

┃ Héctor Reyes

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POR HÉCTOR REYES

El Dios Tiempo es inexorable, dicta nuestras vidas y marca límites. Consciente de ello y sin más que la definitiva decisión, la leyenda viviente del deporte paralímpico Juan Ignacio Reyes dijo adiós a la alta competencia en el marco del Campeonato Mundial de Para-Natación CDMX 2017.

No ganó medalla, finalizó en quinto puesto, pero si cosechó el reconocimiento de los más de los 600 estudiantes, profesores y familiares que se dieron cita ayer por la mañana a la Alberca Olímpica Francisco Márquez para presenciar la actuación de los mexicanos, en la segunda jornada del certamen.

Juan Ignacio lloró al sentir el calor humano de su señora madre y de los amigos que siguieron su carrera por espacio de dos décadas, desde los Mundiales de 1998, sus cinco Juegos Paralímpicos, y aunque se quedó sin sus recuerdos por ser víctima de malandrines que le robaron todas sus preseas en su domicilio, a partir de ayer la vida es otra para él.

Sus últimas palabras como deportista activo al marcar el final, dijo que fueron años de dedicación, “me siento contento, satisfecho y creo que poder volver al pasado y decir una carrera orgulloso de lo que hice en una alberca”.

Se despidió en casa, no hay más que brindar, ya se terminó y ahora a pensar en nuevos proyectos: “No es un adiós, sino un hasta luego nada más”, ahora a dedicarse a su carrera profesional como especialista en mercadotecnia y sí le gustaría compartir sus experiencias con nuevas generaciones.

Al final todo ha valido la pena, insistió Juan Ignacio, el “Delfín” que se convirtió en punta de lanza de una de las generaciones más exitosas del deporte mexicano, a partir de los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000, lo que significó un cambio drástico en su vida del deportista, la persona que se reinventa a sí mismo cada día.

“Un cambio, siento que fue para bien, porque empiezas a madurar, aprender nuevas cosas y es lo que hace interesante la vida”, dijo al recordar su participación en Sydney 2000.

Sintió ansiedad previa a la prueba, la pudo controlar un poco más, pero el resultado quedó para la posteridad, con el mayor esfuerzo del que era capaz, pero fue superado por un adversario que tardó 10 años para vencerlo, el plusmarquista mundial, el checo Arnost Petracek y sus compañeros de equipo, el veracruzano Jesús Hernández y la figura de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, Gustavo Sánchez, quien regreso con nuevos aires, ganadores de la plata y el bronce.

“El deporte me ha dado muchas cosas, me dejó experiencias, valores, enseñanzas, enojos, tristezas y alegrías y creo que finalmente se queda marcado para siempre”, declaró el nadador de 35 años, aunque dijo que no se imagina cuál fue su legado, las nuevas generaciones les corresponde valorarlo, aunque consideró que “será difícil para muchos vencerlo”.

EL DATO Juan Ignacio Reyes participó en siete Campeonatos Mundiales y ganó 8 preseas de oro, cuatro platas y un bronce; mientras tanto representó a México en cinco Juegos Paralímpicos y conquistó 5 preseas de oro, una plata y un bronce.