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Mira

4, diciembre 2017 - 17:54

┃ Yael Rueda

Alcoba

Los sentimientos estuvieron a flor de piel en CU. Con los ojos llorosos y con la voz entrecortada, Gerardo Alcoba salió por última vez de la puerta de La Cantera. Aunque las despedidas siempre son difíciles, el capitán se dijo contento, por lo que pudo aportarle a todos y cada uno de sus compañeros.

“Bien, (me voy) muy contento, recién me despedí de todos mis compañeros, funcionarios, no te das cuenta lo que dejas hasta que te expresan los sentimientos la gente que pasó contigo, estoy muy contento de dejar de esta forma el club, dejar al que quieres de esta manera, con un abrazo por parte de todos los funcionarios, es impresionante”, compartió Alcoba.

La relación entre Gerardo Alcoba y el club auriazul, si bien no fue sumamente larga, si llena de amor, al grado que el “Patrón” aseguró que se extrañarán mutuamente. “Me voy súper tranquilo, fue una despedida muy sentida, un agradecimiento de parte de ellos, yo no me doy cuenta de esas cosas, como que nos vamos a extrañar tanto Pumas con todo lo que significa y yo, pero bueno, las decisiones se toman, hay que dar un paso adelante y la suerte de recaer en un muy buen equipo como Santos”, dijo a las afueras del cubil felino.

El zaguero recordó muchos de los buenos momentos que vivió enfundado en la camiseta de Universidad, entre ellos, la final que perdieron ante Tigres en Ciudad Universitaria y todo el buen grupo que hicieron, amistad recordada bajo el nombre de “el club del carrito de raspados”.

“Así es el fútbol, así son los procesos, si repasamos algún equipo campeón seguramente se hayan ido muchos, lo que pasa es que se agrava por los últimos torneos, pero es así, unos se han ido por decisión propia, otros por decisión dirigenciales y otros llegando a un consenso y haciendo un análisis global de la situación, pero yo me voy súper contento”, confesó a los medios de comunicación. “No me había pasado nunca irme así de un club, de irme súper sentido, me he ido muy bien y tengo las puertas abiertas en cada lugar que trabaje, pero tan sentido y tan arraigado desde lo sentimental, justo le iba a llamar a mi mujer para contarle esta experiencia que viví recién “.

Llegó el momento de despedirse, Gerardo Alcoba tendió la mano a todos los reporteros presentes, metió primera velocidad en su camioneta y aseveró que pronto cruzaremos caminos de nuevo. “Tengo 33 años recién cumplidos, nunca es tarde para poder volver debido al profesionalismo que tengo y a que mi carrera va a ser extensa”, finalizó el zaguero.