La memoria está ahí, intacta. Veinte años después de la última conquista cruzazulina, Carlos Hermosillo, héroe de la batalla, rememora lo sucedido en el estadio Nou Camp, donde con un gol suyo, de oro, y desde los 11 pasos, La Máquina alzó el trofeo de Liga en la ya lejana temporada Invierno 1997.

“Fue efectivamente hace 20 años”, dice Hermosillo a ESTO, con cierta nostalgia. “Se conjugó un buen equipo, de buenos extranjeros, de jugadores de calidad y mucho canterano y eso fue fundamental”, relata vía telefónica.

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“El más grato, porque yo jugué fracturado, porque las cosas así son y se dan en la vida”, explica. “Yo me operé de unas costillas que me tenía que operar y el equipo funcionó muy bien, se fue acomodando hasta llegar a una final, que tanto anhelaba Cruz Azul, que llevaba 17 años sin poder conseguirla, y se logró”, recuerda.

“Para mí fue grato, haber compartido con Jorge Campos, Juan Reynoso, Benjamín Galindo, Palencia, Morales, David Rangel, Lupillo Castañeda, jugadores que eran todo entrega”, remata el “Grandote de Cerro Azul”, quien en aquella final entre León y Cruz Azul decretó el título vía penalti, después de que el portero Ángel David Comizzo le propinó una patada en el rostro dentro del área.