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Mira

7, diciembre 2017 - 23:03

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Atlanta.- Los Halcones apelaron a la épica para ganar un partido clave en sus aspiraciones de postemporada; lo hicieron en casa, ante su gente, y contra un rival divisional. Sí, Atlanta se impuso 17-20 a Nueva Orleans y apretó un poco más el Sur de la Nacional. Los Santos dejaron escapar una oportunidad inmejorable de dar el golpe de autoridad de cara al cierre de la temporada regular.

El partido fue loco de principio a fin, sumamente cerrado, y que se definió en el último minuto de la manera menos esperada. Lo decimos porque es raro que Drew Brees se equivoque, sin embargo, esta ocasión lo hizo, al regalar una intercepción en zona roja a falta de un minuto por jugar. Este error los dejó sin opciones de concretar una remontada que se veía posible, y que hubiera representado prácticamente su boleto a los Playoffs.

Ya en la previa se hablaba de un partido cerrado, y así fue. Nueva Orleans perdió muy temprano a su novato sensación, Alvin Kamara. El corredor salió del partido con síntomas de conmoción. Esto ocasionó que Drew Brees se exigiera a fondo, y cerca estuvo de salir del apuro. El mariscal lanzó dos pases de anotación, sin embargo, la antes mencionada intercepción terminó por ser determinante.

En Atlanta estarán agradecidos, sobre todo Matt Ryan. El quarterback protagonizó uno de sus peores partidos ante su rival divisional, al ser interceptado en tres ocasiones, y completar únicamente 15 de 27 pases. Aún así, los Halcones apelaron a su juego terrestre. Devonta Freeman corrió para 91 yardas (la segunda mejor actuación de la temporada) e ingresó en una ocasión a la zona prometida. Esto les permitió ser efectivos al momento de mover las cadenas, y mantener el marcador apretado.

Con esta victoria, Atlanta se mete de lleno por la cima de su división. Los Halcones registran una marca de 8-5, a la caza de los Santos (9-4) y Carolina (8-4). Este resultado deja la parte más alta a merced de Carolina, que se medirá el domingo ante unos enrachados Vikingos.