MINEÁPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — Los Redskins tuvieron una jornada difícil. Los dos autobuses que trasladaban a los jugadores, coaches y personal del equipo al partido ante los Vikings de Minnesota chocaron entre sí el domingo en la salida de una autopista rumbo al TCF Bank Stadium.

Los Redskins llegaron relativamente ilesos. Pero algunos integrantes del equipo se quejaron de golpes en la rodillas y sacudidas en el cuello.

El vocero del equipo, Tony Wyllie dijo antes del partido que nadie resultó lesionado, pero el coach Jay Gruden confirmó después que el running back novato Silas Redd Jr. no tuvo actividad debido a espasmos en la espalda a causa del accidente.

El encuentro inició a la hora programada, y los Redskins tomaron una ventaja temprana de 10-0 antes de perder combustible y caer por 29-26 ante los Vikings.

“Fue un comienzo del día único, cuando te estás alistando para un partido y te quedas a tres metros de desbarrancarte por la carretera”, dijo Gruden, quien se quejó de molestias en el cuello.

El teniente de la Patrulla Estatal de Minnesota, Eric Roeske informó que uno de los escuadrones de policía de Mineápolis que escoltaba a los dos autobuses se impactó contra la valla protectora y terminó enfrente de los autobuses. Informó que el primer autobús frenó bruscamente y el segundo lo impactó por atrás, empujándolo hacia la rampa.

Señaló también que el reporte del accidente se dio a las 8:15 de la mañana (1415 GMT), poco menos de cuatro horas antes de la patada inicial.

Roeske dijo que un agente en la patrulla de escolta fue llevado al hospital. Agregó que hubo lesiones menores como raspones y moretones en al menos un pasajero de autobús pero dijo desconocer cuántos jugadores resultaron lastimados.

El wide receiver Pierre Garcon tuiteó una foto del interior de uno de los autobuses, en la que se veía un parabrisas muy dañado. En su mensaje en Twitter: “Esto acaba de suceder. Pero estamos bien”.

La foto mostró un auto policial estacionado frente al autobús y trabajadores de emergencia, uno de los cuales empujaba una camilla rodante, sobre la carretera.

“Estaba escuchando mis audífonos, viendo que nos acercábamos al otro autobús”, dijo el linebacker Trent Murphy. “Sabes que vas a impactar, y en verdad, lo único que me preocupaba era el chofer del autobús. El parabrisas se rompió. Gracias a Dios traía su cinturón de seguridad. Terminé a mitad del pasillo entre los asientos, pero todos estamos bien. Eso no afectó el juego. Tenemos raspones y golpes, pero fuimos capaces de jugar”.

El quarterback Robert Griffin III estaba en el segundo autobús. El chofer del primer autobús recibió crédito por su rápida reacción.

“Alcanzó a rebotar sobre la barda de contención desde el césped y de regreso a la carretera para salvarlos. Muy agradecido por eso”, dijo Griffin. “Estamos muy agradecidos de poder salir de eso y jugar. Muchos de los muchachos vieron su vida transcurrir frente a ellos. No fue un momento agradable”.