La gloria llama a la puerta. Y solamente lo hace una vez. Este martes, a las 11 de la mañana, tiempo de México, el Pachuca emprende un nuevo intento por llegar a la gran final del Mundial de Clubes. Hasta ahora, ningún representante de Concacaf ha dado ese paso. Sería histórico y eso es lo que buscarán los Tuzos frente al Gremio de Porto Alegre, Brasil, quien llega como campeón de la Copa Libertadores de América.

Otra vez, en busca de un anhelado paso adelante para el balompié azteca. En la víspera, Diego Alonso ha calificado a su rival como “netamente favorito”. En estas condiciones, el conjunto hidalguense parte desde una posición que siempre le ha resultado cómoda: la de víctima. Intentarán desde ahí, los Tuzos construir su proeza, partiendo del orden y entrega para contrarrestar la habilidad de su adversario.

Pachuca se la jugará prácticamente con la misma alineación. Atenido a los chispazos de Honda y Urretaviscaya, lo mismo que al gran momento del ‘Pocho’ Guzmán.

Enfrente, todo el poderío y blasones del futbol brasileño. Gremio ha retomado la alegría por el juego ofensivo, de ataque, rematado por dos talentos como Luan Vieira y Fernandinho, con el veterano Lucas Barrios como centro delantero. No está Artur, la gran estrella de este cuadro que suena para irse al Barcelona de España. De todas maneras, el elenco manejado por Renato Gaucho lleva todo el peso del encuentro; una iniciativa que lo obliga a arriesgar. El premio para quien busca la historia es mayor: chocar contra el Real Madrid, seguramente, en la gran final del Mundial de Clubes.

En competencias oficiales, los Tuzos únicamente cuentan con dos antecedentes frente a rivales brasileños. En 2006 venció dos veces al Paranaense en Copa Sudamericana: 1-0 de visitante y 3-1 en casa. En 2007, visitó al Inter de Porto Alegre en la Recopa Sudamericana y acabó goleado 4-0. Previamente, en alguna edición de su torneo Cuna del Futbol, en pretemporada, invitó y fue superado por el Sao Paolo.