POR HÉCTOR REYES

Como alguna vez lo pronosticó el entrenador de origen búlgaro Konstantin Darov, José Lino Montes sería medallista mundial, lo confirmó este año, al ganar la medalla de plata en la modalidad de envión, en la categoría de menos de 62 kilogramos, durante el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas, celebrado en Anaheim, California, el mes pasado.

Lino conquistó el primer metal en la historia del levantamiento de pesas junto con Antonio Vázquez, en la misma categoría y modalidad, no quedó plenamente satisfecho al sufrir dos días antes una enfermedad de vías respiratorias que le restaron fuerza a la hora de presentarse a la tarima de competencia.

El deportista de origen maya y radicado en Mérida Yucatán, después del Mundial no ha dejado de entrenar, porque los propósitos de Año Nuevo, son mayores ahora con el incremento a la beca de CIMA que le permitirá mantener a su familia con mayor soltura y los apoyos derivados de la presea que cambiará su vida de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“Los años pasan y no quiero quedarme en el olvido, quiero ser un atleta que sea recordado y abrirle las puertas a muchos pesistas más, quiero hacer historia en mi deporte y quiero que no se me olvide por todo lo que he hecho y que las nuevas generaciones tengan esas oportunidades que hoy en día no todos la tenemos”, expresó Lino, en el seno de su hogar en compañía de su esposa e hijos, quienes han ratificado su apoyo para que se dedique al 100 por ciento a su deporte.

Si tiene que irse al otro lado del mundo para ser el mejor lo hará Lino Montes: “Para cuando menos ser campeón olímpico, muchos dirán que sueña muy alto Lino, pero la realidad es de que  la persona que tiene miedo a soñar, entonces tiene miedo de triunfar y yo no tengo miedo de soñar no importa que si la gente juzgue que estoy loco”, enfatizó el alumno del entrenador mexicano David Carrillo, originario de la capital de Yucatán.

Después de su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Lino Montes se propuso ser medallista mundial y ahora que ya lo es, tiene otras metas que se propuso cumplir, como ser número uno del mundo y el primer medallista olímpico mexicano en halterofilia como lo hicieron Soraya Jiménez, Damaris Aguirre y Luz Acosta, en la rama femenil.

“Ahora me estoy proponiendo otra meta y la voy a cumplir, así como hoy en día soy medallista mundial y ahora lo voy a cumplir: hacer historia en mi deporte y tener la medalla olímpica que nunca la ha habido y quiero ser el número uno”, sentenció el talentoso deportista en vísperas del 2018, porque el deporte no para.

El año que viene tendrá ante sí, el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y el Campeonato Mundial en Turkmenistán. Lino entrenará en Mérida todo enero y concentrará en la Ciudad de México a partir de febrero.