El 2017 bien podría llamarse el año “Paola Longoria”, ya que la racquetbolista cumplió sus objetivos y termina como la número uno del ranking mundial.

“Cerrar el año como la número 8 me deja más que satisfecha. Fue mucho trabajo. Pero al final la recompensa salva todo. Debo dar gracias a Dios y a mi familia por toda su comprensión para lograr mi sueños”.

La hija predilecta de San Luis Potosí, siempre fue una niña hiperactiva, por lo comenzó en varios deportes como tenis, gimnasia, futbol y hasta basquetbol.

Pero su pasión fue el tomar una raqueta que hasta la fecha, con casi 20 años en el deporte, sigue siendo su fiel confidente.

“Un gran sacrificio pero siempre buscando ser la mejor. El deporte es así. Desde los nueve años gané mi primer torneo y me gustó ver las preseas. A pesar de que perdí en un encuentro mi invicto, me volví a levantar para regresar al primer lugar. Eso me llena además de mucho orgullo porque no muchos se levantan como lo hice”.

Con gran equilibrio Paola ha sabido combinar la escuela con el deporte. Ya que además es ingeniera mecánica con una maestría en Ciencias Políticas.

“Nunca me he rendido ante nada. Más bien me entrego con todo para lograr lo que me propongo. Siempre con entrenamientos distintos pero con la necesidad de vencer a las rivales. Todo ha sido una fortaleza en mii vida. Siempre aferrada a no perder”.

JUEGOS CENTROAMERICANOS

Longoria López cuenta con seis medallas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, por lo que ahora buscará clasificar en el Nacional.

“Este año hay que buscar el boleto. Sé que vienen unas chicas detrás de mí, por eso no debo dejar de seguir preparándome. Vienen cosas buenas, así que debo aprovechar. Me siento confiada en que saldré nuevamente adelante para seguir siendo la número uno”.

También tendrá el Mundial y otros eventos.

“El deporte no descansa, por lo que también tengo mi escuela, solo faltan unos trámites, pero ya está todo en regla, quiero que muchas niñas y niños se dediquen al racquebtol. Eso me satisfará más en la vida, dejar un legado a las nuevas generaciones. Sé que tendré que dejar el puesto algún día pero quiero que sea alguien que salga de mi escuela”.