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Mira

12, enero 2018 - 9:03

┃ Javier Juárez

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POR JAVIER JUÁREZ

FOTOS: ÉRIK ESTRELLA

Atrás quedó el green. María Fassi aprovechó su fugaz visita a México para darse una vuelta por las instalaciones del ESTO. La joven golfista mexicana conoció la redacción que escribe sobre sus logros en su corta pero exitosa carrera.

María cautivó a los presentes con su personalidad, sencillez y belleza. La hija del directivo de futbol Andrés Fassi fue recibida con los brazos abiertos.

La estudiante de la Universidad de Arkansas recorrió los pasillos del edificio, se detuvo en los cristales y luego ingresó al Museo Ídolos del ESTO. La música de Pedro Infante amenizó el paseo.

Con los acordes de “Amorcito corazón”, el recorrido siguió. María observó detenidamente las primeras rotativas; su tamaño y vejez la asombraron.

Su siguiente parada fue en las fotografías en blanco y negro del Tricolor en diferentes Mundiales.

Su gusto por el futbol la orilló a acercarse a dos balones mundialistas, uno de 1970 y otro de 2002.

Fassi quedó maravillada con tantas cosas que observó. El traje de Quico, la bata del doctor Cándido Pérez, el sombrero de José Alfredo Jiménez, los guantes del “Púas” Olivares, los zapatos de Chava Reyes, entre varios artículos más.

Antes de salir del lugar, María posó en la pared de los ídolos y también plasmó su firma en libro de visitas distinguidas.

La joven deportista siempre sonrió. “Nunca me había tocado estar en sus instalaciones, la verdad me gustaron mucho”, dijo.

En el recorrido, nuestra distinguida visitante saludó a Martha Ramos, Directora General Editorial, y a Francisco Torres Cano, Director General de Ventas. El intercambio de palabras y buenos deseos aparecieron.

Su siguiente parada fue en el helipuerto del edificio. María subió y observó parte de la Delegación Cuauhtémoc. El Monumento a la Revolución se notó a lo lejos.

Tras varios minutos de subir y bajar escaleras, el recorrido finalizó. No caminó tanto como en los 18 hoyos de un campo de golf, pero sí se ejercitó.

Entre risas y despedidas, María se despidió del ESTO. Ella quedó fassinada.

TUZA 

María tiene la posibilidad de irle a varios equipos, sin embargo ella se considera tuza. León, Mineros, Everton y Talleres de Córdoba son otros equipos que pertenecen a Grupo Pachuca, pero ella le es fiel a los colores hidalguenses. “Soy tuza de corazón, pero también soy fan de mi papá, ahora él está con un equipo de Argentina (Talleres), es el club de sus amores”, expresó la hija del directivo tuzo.

El cuadro tallarín se empieza a hacer un hueco en las preferencias de María: “Mi corazón se puede dividir, pero siempre con el azul y blanco, soy de Pachuca, pero Talleres me llama la atención”, dijo.

Si Andrés emprende otro proyecto más adelante, ella lo seguirá: “Si mi papá se va a otro lado, yo lo seguiré, soy fan de él, pero siempre con Pachuca en mi corazón”, indicó María.

JUGÓ FUTBOL

Fassi creció rodeada de balones. Su papá, además de sus hermanos, Sebastián y Juan Pablo, están involucrados en el futbol profesional. Ella lo jugó, pero una lesión la orilló a dejar el deporte de las patadas y meterse de lleno al golf: “A mí me encantaba el futbol, lo jugué hasta los 14 años, jugaba para el equipo de la primaria y la secundaria. Corría yo mucho, se suponía que era delantera, pero también bajaba a defender, era más media o volante, hacía goles y defendía mucho, no dejaba una pelota muerta, siempre iba por todas”, contó entusiasmada.

Su gusto por el futbol fue por herencia: “De lo único que se hablaba en mi casa era de futbol, lo tuvimos en la sangre desde chiquitos, pero hace seis años me lesioné y ya no pude jugar; en ese momento me decidí por el golf, practicarlo profesionalmente”, destacó.

 

 

 

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