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Mira

12, enero 2018 - 13:24

┃ ESTO

Brizio

Por Eduardo Brizio

LEVÁNTATE Y ANDA

Ya perdí la cuenta de cuántos futbolistas han llegado de fuera, con etiqueta de cracks para a la mera hora resultan ser unos verdaderos petardos, viniendo a cambiar espejitos por oro, para luego como el Jibarito, salir locos de contentos con su cargamento para la ciudad. Pero “la culpa no es del indio”.

Así, aunque no sabemos si va a rendir o no, el América trajo al francés Jérémy Ménez, de quien se dice tiene una calidad excepcional y ya hay algunos que lo comparan con André-Pierre Gignac sin siquiera haberlo visto tocar un balón. Es cierto que su palmarés lo avala; pero también lo es que, en los últimos años su rendimiento ha sido muy cuestionable. El caso es que la afición americanista lo fue a recibir al aeropuerto, como si hubiera llegado el mesías del futbol, su nuevo club lo anunció con bombo y platillo y la prensa calificó como “bomba” su fichaje… a ver qué pasa con él.

La Máquina celeste no se quiso quedar atrás y trajo al argentino Walter Montoya, quien se desempeña como mediocampista, cuenta con 24 años y viene del Sevilla de España, en donde “alineó” en siete partidos en todo el año balompédico y su capacidad goleadora fue nula. Tampoco dio algún pase para gol. Igualmente repatriaron al “Gullit” Peña quien no las ha traído todas consigo en los últimos tiempos. Ojalá y como el ave fénix puedan revivir de sus cenizas, porque buena falta le hace a los cementeros.

Y para cerrar con broche de oro, cada vez es más fuerte el rumor de que el estadounidense Landon Donovan engrosará las filas de los panzas verdes del León ¿Cómo la ven? Es verdad que jugó en la Liga Premier inglesa, en la Bundesliga de Alemania y en la MLS, que fue un baluarte con el equipo de las barras y las estrellas, y que participó en tres Mundiales; pero ya estaba retirado y ya no se cuece al primer hervor, tiene 35 años el nene. Ya lo cantó el divo de Juárez ¿Pero qué necesidad?

Lo más grave de todo esto es que pagaron por ellos un dineral y vienen cobrando cantidades millonarias que no ganan los jugadores autóctonos. De los promotores, que son los ganones en este asunto, luego hablamos.

Pero lo peor es que los dueños del balón se han olvidado de los canteranos. Ya no se producen futbolistas mexicanos y los que parece que despuntan, no tienen oportunidad porque los planteles están saturados de elementos foráneos, muchos de ellos, de muy dudosa calidad.

Ojalá y me equivoque; pero en mi opinión, se trata de verdaderos “cartuchos quemados”, quienes en su momento tuvieron calidad de exportación; pero que ahora, agarraron su último tren y se subieron de palomita; sin embargo, nos los presentan como “bombazos” que vienen a revolucionar nuestro querido deporte.

No sé porque de repente me acordé de aquel pasaje bíblico en que el maestro le dice a su amigo Lázaro… levántate y anda.

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