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13, enero 2018 - 17:45

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CRÓNICA

Justo cuando parecía que América conseguiría su segundo triunfo del torneo, apareció Víctor Guzmán para propinarle un trago amargo a las Águilas, que tuvieron que conformarse con un punto previo al Clásico contra Pumas.

El encuentro ofreció llegadas de ambos bandos, aunque fue Pachuca el que tuvo las más claras, pero entre Marchesín y los postes, no pudieron sacar una mejor renta de su visita al estadio Azteca.

Peralta falló un penalti y reafirmó que esta malaria no deja a los de Coapa y aunque consiguió hacerse presente en el marcador, no bastó para que su equipo se llevara los tres puntos a casa.

Empate con sabor a derrota para unos azulcremas que esperan la semana entrante poder contar con sus dos flamantes refuerzos en la cancha de Ciudad Universitaria.

EL JUEGO

El estadio Azteca le dio la bienvenida a América en un horario que anteriormente era habitual, pero se había perdido en las últimas campañas. Unas Águilas con indumentaria completamente amarilla salieron al terreno de juego a terminar con el maleficio del cero en su campo y muy pronto se encontraron con la posibilidad de ponerle el número a la casa, esto cuando Henry Martín se escapaba para enfrentar a Blanco, pero Herrera lo derribó dentro del área para que se señalara la pena máxima.

En el conclave milloneta, Oribe Peralta pidió el esférico con la autoridad de ser el capitán; se perfiló y pateó con potencia, pero el arquero tuzo se estiro para tapar el impacto y propinarle una nueva decepción a los americanistas en los penaltis, ya que desde el semestre pasado se convirtió en el talón de Aquiles de los de Coapa.

Sin embargo, el “Cepillo” se sacaría la espina minutos después, ya que aprovecharía un desborde de Rebato Ibarra por la banda derecha, mismo que concluyó con un centro retrasado y a media altura que el centro delantero crema no desperdició, impactó la pelota de primera intención y la puso pegada al poste para poner en ventaja a América.

El tanto en contra pareció despertar a Pachuca, que poco había propuesto al frente antes de eso. Los atacantes hidalguenses comenzaron a conectarse y pusieron en serios aprietos a la zaga local, que de no ser por Marchesín y los postes, se habría visto alcanzada en el marcador antes del medio tiempo.

Primero fue Franco Jara el encargado de reventar el larguero con un remate de cabeza que dejó con el grito de gol ahogado a la parcialidad visitante. Posteriormente, Aguirre anticipó a su marca y en un centro a modo, remató a segundo poste, pero “Marche” hizo una gran atajada para evitar la caída de su arco.

Nuevamente los Tuzos amenazaron con la igualada. Robert Herrera se levantó en el área para cabecear no con mucha potencia, pero si la suficiente para techar al meta rival, pero para su mala fortuna, la bola dio en el metal.

América respondió por conducto de Renato Ibarra y Martin, quienes en escapadas individuales pudieron ampliar la ventaja, pero solamente se quedaron cerca. El primer tiempo se fue entre emociones en las dos áreas.

De cabeza habían dado los avisos y de cabeza lograron el empate. Prácticamente con el inicio del complemento Pachuca encontró paridad en el electrónico gracias a un remate de cabeza de Murillo, quien se fue al ataque en un tiro de esquina y aprovechó la falla de la defensa en conjunto con la mala salida de Marchesín para mandarla a guardar y celebrar con baile incluido.

Conforme el juego se fue hizo maduro, las dos escuadras tuvieron sus chances de tomar la delantera. Primero las Águilas tomaron mal parada a la defensa tuza; Quintero y Martín escapaban solos y con toda la ventaja, pero el colombiano no dio el pase de forma adecuada y dejó ir una gran oportunidad.

La respuesta vino de inmediato. Los de la Bella Airosa llegaron con Honda hasta la línea de fondo, vino un centro medido a la cabeza de Jara, quien sin marca, dejó ir un chance inmejorable para la voltereta.

Cuando las acciones habían caído en un letargo, Henry Martin hizo despertar al Coloso de Santa Úrsula con un movimiento de anticipación para encontrar el servicio de Uribe desde la banda derecha y firmar su primer tanto como ariete azulcrema en el estadio Azteca.

Sobre la hora y cuando las Águilas se saboreaban el triunfo, un centro al área que la defensa no pudo despejar, quedó en los pies de Guzmán, quien forzado alcanzó a disparar, sin potencia, pero con lo necesario para vencer a Marchesín y rescatar un empate.

Los Tuzos todavía pudieron marcar el del triunfo, pero la pierna salvadora del arquero de casa lo impidió, por lo que con el silbatazo final se concretó la repartición de puntos.

MxM

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