POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

Una brusca caída al descender de un autobús del transporte público en la noche del jueves pasado, cerca de su hogar en Tecámac, Estado de México, tiene al ex peleador Ernesto “Neto” Carmona en situación muy grave de salud en el Hospital General Balbuena.

Según explicaron sus familiares, en un inicio no se percataron de su delicado estado, pues aparentemente las heridas que mostraba en la parte posterior de la cabeza y en la frente eran superficiales, con todo y que sangró por las mismas. Todo indicaba que solamente necesitaba unas curaciones e irse a descansar a su habitación, pero durante el viernes se dieron cuenta de que no podía despertar y luego de hacerlo, no podía hablar. Fue entonces cuando decidieron comenzar a buscar servicios médicos en hospitales capitalinos para Ernesto, de 42 años de edad, cuya situación económica es precaria.

De acuerdo con lo que su hermano Javier, también ex pugilista, nos platicó, inicialmente acudieron al hospital de Magdalena de las Salinas pero no fue aceptado. “Nos dijeron que posiblemente no tenían los aparatos necesarios para atenderlo; nosotros lo llevamos ahí porque sabíamos que es un hospital muy completo”. Cabe señalar que Ernesto no está afililado al IMSS ni a ninguna otra institución de ese tipo.

Más tarde se dirigieron al hospital de Xoco, donde tampoco fue recibido. “Ahí nos dijeron que necesitaban hacerle varios estudios y que no tenían lo necesario”, asentó Javier Carmona.

Finalmente, fue trasladado al Hospital General Balbuena, donde se le dio admisión inmediata.

Enterado del asunto, durante la mañana de ayer, Mauricio Sulaimán Saldívar, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, se puso en contacto con los familiares de Ernesto Carmona para ofrecerles toda clase de apoyo. Federico Enríquez, representante del WBC, estuvo en el nosocomio de Balbuena (antes Cruz Verde) y destacó la disposición de todo el personal que ahí labora para atender en la medida de lo posible al mencionado boxeador. Todavía anoche, Enríquez estuvo al lado de la señora Balbina Jiménez, mamá de Ernesto, para reiterarle el respaldo del WBC.

Javier, César y Gabriela Carmona, hermanos de Ernesto, también se encontraban a su lado, lo mismo que sus hijos Diego -hizo su debut como peleador profesional el año pasado- y Jessie. Cabe señalar que Diego Carmona, de 19 años, es peso welter y marcha invicto tras ganar distintos torneos en el terreno amateur.

TREMENDO PROSPECTO

Ernesto Carmona se distinguió como un guerrero del ring, luego de que en sus inicios fue señalado como uno de los mejores prospectos del boxeo mexicano. Una de sus batallas más épicas fue la que protagonizó con el ex monarca universal ligero Miguel Ángel González en 2004 en la plaza México, dentro de la cartelera en la que JC Chávez se despidió de los aficionados capitalinos en un tercer combate contra Frankie Randall.

Dueño de una notable fortaleza física y una pegada formidable, Carmona Jiménez siempre fue un contendiente que ofreció emociones para disfrute del público. Hoy, Ernesto libra la guerra más difícil de su existencia. Entre sus seres queridos y entre quienes lo conocemos, hay confianza de que volverá a salir adelante.