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Mira

19, enero 2018 - 18:57

┃ Fernando Villa

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POR FERNANDO VILLA

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

ENVIADOS ESPECIALES

El Clásico del Sur fue dominado por los locales. Los camoteros embistieron a un Tiburón que mordió el anzuelo y se desangró en la cancha del estadio Cuauhtémoc. El fuerte frío en la Angelópolis congeló las aguas donde los escualos nadan y los sacó del mar para que no respiraran. La ilusión de buscar salvar la categoría suena a misión imposible con unos jarochos que no saben nadar de visita. Cavallini y Rodríguez los despedazaron.

EL JUEGO

Los poblanos tomaron el control del esferico desde el primer minuto. Se animaron cuanta ocasión tuvieron para ir al frente. La primera de peligro llegó pronto para los locales. Luis Venegas sacó un disparo potente de pierna derecha que se fue desviado. De a poco avisaron que no dejarían de cazar al Tiburón.

A los pocos minutos, Brayan Angulo realizó un centro que Cavallini no pudo contactar. El rebote le quedó a Omar Fernández. No hizo un buen control dentro del área grande y el balón se le escurrió de los pies, así como la primera oportunidad clara en la portería que denfendió Pedro Gallese.

La respuesta fue pronta. El Tibu mordió el anzuelo ante el titubeo de la zaga defensiva de los camoteros y Adrián Luna probó a Moisés Muñoz con un impacto desde fuera del área. Como con un imán, Moi no dio rebote y dejó quieto el balón en su regazo.

Puebla encontró en Omar Fernández la opción para buscar el gol por la banda izquierda cuando encaró con la bola controlada hacia el área de los escualos. Milán erró la barrida que cortaba la jugada y dejo a Fernández solo rumbo a su defensa. Recortó hacia el centro y envió una diagonal hacia la media luna. Chumacero aguardó a que la redonda le llegara al pie derecho, pero su contacto fue muy malo. Para los amantes del béisbol, un strike es el sinónimo correcto a su impacto.

Uno de los refuerzos tiburones, Carlos Esquivel, quiso animar a sus compañeros con un tiro que llevó más corazón, que dirección. Muñoz respiró con tranquilidad.

La figura de la jornada 1 ante Tigres, Francisco Acuña, dio el empujón que sus compañeros poblanos necesitaron parair de nuevo a buscar la red rival.

Luego de un pase filtrado, Acuño sacó una volea que se fue por arriba del marco de Gallese.

Un desborde de Luna por la linea derecha puso a soñar a Veracruz. Al momento del centro, el golpeo fue muy fuerte y se perdió una buena oportunidad.

Villalva se conjugó muy bien con Alan Santos que triangularon en los linderos del área de Muñoz. Una buena barrida de la zaga poblana evitó que el “Keko” rematara.

En los minutoas finales de la primera mitad, Veracruz incrementó su fuerza de ataque. No tuvo claridad. Se quedaba sin agua para respirar el conjunto de Memo Vázquez.

Omar Fernández se coló entre dos riavales y alcanzó un pase a profundidad. Metió el cenrtro. Nadie llegó a la cita. Otra clara que desaprovechó el conjunto local. La precisión le faltó a los muchachos del Profe Meza. Con el frio que azotó Puebla, el silbante central señaló el fin de los primeros 45 minutos.

Para el complemento los dirigidos por Vázquez salieron respondones. Querían los tres puntos. Lucharon por llevárselos al puerto jarocho.

Una falta de Venegas puso a suspirar a todos los aficionados que vinieron desde la ciudad del Golfo de México. Villalva amarró el balón a su botín en el tiro libre. Para su mala fortuna, el balón se fue por arriba.

Luego, Esquivel intentó de pierna izquierda. El esférico rebotó para oirse a tiro de esquina.

Los de la Franja no se dejaron intimidar y cuando el juego estaba trabado en medio campo, un centro de Omar Fernández llegó al límite del área chica. Cvallini no dudó en concretar el cabezazo que se fue a las redes. Gallese no pudo ni aventarse. El Cuauhtémoc ardió.

Otra vez Omar Fernández desbordó por la banda izquierda, sacó a Gallese de posición, pero no centró ni remató y la zaga mandó a tiro de esquina.

El punto máximo de ebullición se alcanzó cuando Hugo Rodriguez remató ante el rechace de Gallese, después de una peinada de Zamora tras un centro de Marrugo. La Franja no creía en nadie. Nadie se acordó que hace unos torneos el equipo peleaba por no descender. Ahora, en cambio, se ilusionan con llegar a la Liguilla.

Felix Micolta dejó escapar el tercer gol tras una buena escapada de Chumacero que le dejó el balón rodando en el manchón penal; sin embargo, no definió bien ante la salida de Gallese que desvió de buena forma.

Puebla, amo y señor del partido dejó que el Tibu se ilusionara con que podía empatar. Los escualos quisieron jugar futbol, pero los anfibios no respiran fuera del agua. Las ilusiones se escaparon y cargaron con otra derrota. El descenso lo ven cada día más cerca

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