Continúan los problemas en la esgrima mexicana, por un lado la ganadora del Premio Nacional de Deportes 2017, Natalia Botello habla de la unidad de su deporte y por otra parte, la esgrimista mejor clasificada de México Paola Pliego fue excluida por la Federación Mexicana de Esgrima de las competiciones oficiales.

Ante esta situación, el día de ayer Paola Pliego envío una carta dirigida al presidente del Comité Olímpico Mexicano Carlos Padilla, donde hace una acusación directa: “La corrupción amenaza con terminar mi carrera deportiva, lo ha intentado antes, pero he luchado, me he levantado y no lo ha logrado”, en alusión al castigo sin un fundamento técnico o legal”.

Hay que recordar que Paola Pliego fue sancionada por un supuesto dopaje positivo que le impidió representar a México dentro de la selección mexicana que asistió a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Posteriormente, el Laboratorio Antidopaje de Alemania, a través de una investigación que abrió la Federación Internacional de Esgrima, resultó que no había consumido sustancias prohibidas, estaba limpia.

En la misiva, Paola, quien se sufraga su preparación en Italia, como lo hizo el ciclo pasado en Portland, Oregón, se dirige al dirigente olímpico en estos términos.

“Quiero representar a mi país, necesito que alguien me apoye, necesito saber qué hay esperanza, ya no tengo nada que perder, porque me lo han quitado todo, han hecho a un lado mis esfuerzos, destruido mis sueños y me han quitado todo por lo que he trabajado, en qué momento es un ya no más o un ya suficiente, que tan fuerte tengo que alzar la voz, cuántos casos tienen que repetirse como el mío”, señala la deportista clasificada en el lugar 26 del mundo, en la modalidad de sable.

Expresó que tenía miedo de que esto sea el final de su carrera que la corrupción gana la batalla en su contra (se refiere a Jorge Castro, titular de la Federación Mexicana de Esgrima sancionado por la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte, en la batalla legal entablada por la Asociación de Esgrima de Querétaro),  ya que la ley parece ni lo puede parar.

Castro Rea ha incurrido en desacato y tiene dos sentencias en su contra, un consejo directivo elegido ilegalmente y mantiene secuestrada a la esgrima que ha dañado a mucha gente incluida Paola. La segunda parte de la carta es la reafirmación de que así como ella otras personas en el futuro podrían ser víctimas de la “corrupción”.

Y exhorta a Carlos Padilla a tomar cartas en el asunto, sobre la base que “no siempre hacer lo correcto no siempre es fácil y no siempre es popular”. A Paola no se le inscribió en la Copa Bélgica en noviembre, ni en la Copa de Cancún, en diciembre de 2017. Ahora, tampoco fue inscrita en la Copa de Baltimore.