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2, febrero 2018 - 20:50

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CRÓNICA

La quema del descenso cada vez arde menos en la Angelópolis, ya que Puebla se ha encargado se hacer respetar su casa ante rivales de la jerarquía del campeón Tigres y anoche, Chivas, quien sufrió su segundo descalabro consecutivo y empieza a dejar ir puntos importantes, mismos que al final de la campaña pueden lamentar.

La fortuna le sonrió anoche a unos Camoteros que marcaron en los momentos precisos, con jugadas en la que se vieron favorecidos por rebotes de los postes que cayeron en la ubicación de sus atacantes para que estos solamente tuvieran que darle el pase a la red y decretar el 2-0.

El camino a la salvación La Franja lo recorre a pasos firmes con una clave de suma importancia: volver del Cuauhtémoc una fortaleza.

Por su parte, Guadalajara no encuentra los resultados y esta vez su funcionamiento tampoco fue el mejor. El tiempo apremia y por ahora, seguirán en la parte baja de la Tabla General.

 

EL JUEGO

Durante el inicio de este torneo, Puebla se mostró intratable en casa; Tigres y Veracruz fueron sus victimas en sus visitas al Estadio Cuauhtémoc, por lo que esta vez, Chivas sería el rival a vencer si es que querían mantener su paso perfecto en casa.

La Franja fue inteligente y en el primer tiempo supo tener pegada en los momentos precisos. Primero, en el amanecer del encuentro, Francisco Acuña recibió un pase retrasado dentro del área y sin pensarlo buscó rematar a puerta, pero se encontró con un desvío que mandó la pelota al poste, pero para su fortuna, el rebote cayó a donde se encontraba Omar Fernández, quien sobre la raya solamente tuvo que empujar con la cabeza para abrir el marcador.

Con el gol de vestidor como un golpe anímico importante, Guadalajara comenzó a trabajar su partido, fue de menos a más hasta pisar con fuerza el área poblana con los arribos de Javier López y Carlos Cisneros, siendo el segundo el que estuvo más cerca de empatar al cruzar un disparo que amenazaba con entrar a segundo palo, pero que la defensa terminó por despejar antes de que cruzara la línea.

El Rebaño se hizo del esférico y tomó la iniciativa, cosa que no le incomodó a unos camoteros que se plantaron bien en su cuadro bajo y esperaron pacientes los espacios que el contrincante dejara. Fue así como vino el segundo tanto, con una pelota larga a las espaldas de los defensores tapatíos, el cual llegó hasta Chumacero, quien sin pensarlo, buscó clarear a Cota, que ya había salido al achique; el balón fue a dar al travesaño y con esa dosis de fortuna que a veces es necesaria, el esférico llegó justo a donde estaba Cavallini para que este rematara con tranquilidad hacia el fondo del arco chiva. 2-0 y la cuesta se ponía muy arriba para el chiverío.

A sabiendas de que no había tiempo para guardarse nada, Matías Almeyda mandó a la cancha a Gael Sandoval y Ronaldo Cisneros, sus dos refuerzos. Refrescar su ataque y buscar potenciarlo era la prioridad y al menos en el intento no quedó.

La primera de peligro la tuvo Ronaldo, quien se lanzó en busca de conectar un centro peligroso, pero el balón se quedó largo justo cuando había anticipado a su marcador. Su reacción fue llevarse las manos a la cabeza en señal de lamento por el chance que se esfumó.

La tercera apuesta del “Pelado” fue Isaac Brizuela, quien tan pronto ingresó, probó de media distancia con potencia, pero para su mala fortuna, la de gajos reventó el metal y el rebote no fue tan favorecedor para su causa.

Justo antes de entrar a la recta final, Cavallini se perdió el tanto que en ese momento pudo liquidar el cotejo, ya que Cavallini recibió una asistencia de frente a la puerta visitante, encaró a Cota y cuando tuvo que definir, lo hizo de forma errónea y a las manos del cancerbero de Guadalajara. Segundos después, fue Alan Pulido el que falló de fea forma en la otra área, ya que no pudo darle dirección de gol a un centro que le quedó a modo para el cabezazo, mismo que se fue desviado ante la incredulidad de la parcialidad rojiblanca, que anoche fue mayoría en las gradas.

Nuevamente Lucas Cavallini tuvo una clara dentro del área. Esta vez tiró primero un recorte para eludir a un zaguero y al momento de buscar la portería, su disparo salió hacia donde estaba Rodolfo Cota, quien solamente tuvo que estirar la mano para que no cayera el tercero de la noche en su contra.

Para ese momento, la tribuna ya era una fiesta camotera que coreaba los oles y festejaba todo lo que hacía La Franja en el terreno de juego, con la sensación de que los tres puntos estaban ya en la bolsa.

Sobre la hora, Chumacero cometió una imprudencia que le costó la segunda tarjeta amarilla, por lo que dejó a sus compañeros en inferioridad numérica para el cierre del partido; sin embargo, estos aguantaron a pie firme el agregado para regalarle una satisfacción a su gente y de paso, confirmarse como candidato principal a mantener la categoría en la pelea por no descender.

MxM

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