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Mira

5, febrero 2018 - 9:19

┃ Miguel Ángel Mujica

Descenso

 

La vida en la zona baja de la tabla de cociente se vive con dramatismo, miedo e incluso una paranoia de saber qué pasa con los rivales directos.

En la telenovela del descenso, un triunfo del Veracruz en la jornada pasada, por increíble que parezca, apretó todo. Si bien los Tiburones Rojos continúan como últimos en la calificación que decide quién se va al Ascenso MX, podrían amanecer fuera de ese sitio en la siguiente jornada.

Y es que el buen torneo que presentó a Lobos BUAP parece que solamente es un recuerdo del pasado. Los poblanos han caído estrepitosamente en lo que va de torneo y no pueden levantar la cabeza pese a que el cuadro se reforzó para pensar más en Liguilla y menos en la permanencia en la división de oro.

Tan importante fueron los tres puntos para los escualos, que la confianza en los de Memo Vázquez crecerá para la fecha seis. El tema para los veracruzanos es que ya sabrán el resultado del equipo al que persiguen, eso podría ser una motivación extra.

LOBOS, EN PELIGRO

La BUAP llegó a la Liga MX para demostrar que no se necesita tanta adaptación para pelear por darse a respetar. Los poblanos rompieron con paradigmas y se quedaron a nada de probar las mieles de la Liguilla.

Lobos comenzó la campaña como uno de los mejores en el tema de cociente -por ser tan volátil en ese tema- y eso no fue una sorpresa. Hombro a hombro con América, Tigres o Monterrey, el equipo de Rafael Puente lució alentador por las llegadas de jugadores importantes.

Irven Ávila, Gabriel Cortez, Facundo Erpen, Arley Rodríguez y Jordan Sierra apuntalaron una escuadra que mostró carácter en el Apertura 2017. Sin embargo, y pese a los minutos jugados, todos los recién llegados no han dado lo que se esperaba de ellos.

Hoy en día, los licántropos son penúltimos en la tabla porcentual. Con 24 puntos en 22 partidos disputados, es decir con un 1.0909 de cociente.

La siguiente semana recibirán al Atlas, que junto a ellos, comparten el sótano del campeonato mexicano. Los rojinegros “presumen” tres unidades, por una de los Lobos.

De caer ante los Zorros, el cociente de los poblanos será de 1.0434 y estarán en las aletas de los Tiburones Rojos.

En el mejor de los casos, un triunfo volvería a catapultarlos a una zona de tranquilidad. Llegarían al sitio 15, incluso por encima del propio Atlas con un cociente de 1.1739.

SE VALE SOÑAR

En el Puerto Jarocho, la época de la “Tiburomanía” deberá de volver con toda su fuerza para reflejar las ganas de un equipo que ha librado peores. Aquellos escualos que acostumbraron a su gente a vencer a los grandes en el Luis “Pirata” Fuente se fueron y solamente Daniel Villalva se quedó para sacar a flote al equipo.

El retorno de Juan Ángel Albín de poco a servido. La ausencia de Gabriel Peñalba, Julio César Furch y Fernando Meneses, se ha notado en demasía.

Pese a eso, los nombres de Guido Milán, Wilder Cartagena o Cristian Menéndez han hecho soñar a los porteños de que la permanencia es posible.

Como ya se mencionó, los Tiburones Rojos ya sabrán el resultado de los Lobos BUAP y la inspiración podrá llegar. El rival será complicado. Pachuca promedia dos goles por encuentro (la mejor ofensiva de la Liga MX), pero se defienden muy mal y solamente están por arriba de la propia BUAP, así que los goles en el “Pirata” están asegurados.

Veracruz, con 93 unidades en 90 juegos, ostenta un 1.0333. La victoria los pondría con un 1.0549, que superaría lo hecho por la manada de Rafa Puente Jr.

El peor de los escenarios pondría desesperación a los jarochos, pues una derrota los dejaría con 1.0219.

La frivolidad de los números hace temblar la pasión de dos ciudades que normalmente compiten por su cercanía, pero que ahora se toman personal un tema que los haría perder su plaza en la Liga MX.

 

 

 

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